México, el primer país de América Latina en recibir la nueva aeronave de Air France
El estruendo de la llegada del Airbus A380 al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) fue generado por los millones de mexicanos que atestiguaron el hecho a través de los noticieros y redes sociales, y no por sus turbinas como sucedió en 1978 cuando el famoso avión supersónico Concorde inició sus vuelos regulares al país.
La noche del pasado martes 12 de enero el puerto aéreo capitalino le dio la bienvenida al avión comercial más grande del mundo operado por Air France con capacidad para 480 pasajeros y 23 tripulantes entre pilotos, azafatas y personal auxiliar.
A diferencia del legendario avión supersónico Aérospatiale-BAC Concorde, que operó hasta el 2003, esta aeronave no genera un ruido capaz de romper los vidrios de las ventanas de los casas, pues gracias a sus motores y a su perfil aerodinámico, emite dos veces menos estruendo en el despegue que un avión tradicional.
Pocas veces la llegada de una aeronave al AICM causa tal grado de expectación, solo se recuerda la del 20 de septiembre de 1978, cuando se generó un evento espectacular que provocó el entusiasmo de los mexicanos: la llegada del primer vuelo comercial del Concorde a la ciudad de México, con la cual se dio inicio a la aviación supersónica entre México y Francia.
Previo a este vuelo, se realizó uno de presentación el 20 de octubre de 1974 con la ruta Londres–Gánder–México–Los Ángeles. Numerosos invitados oficiales y líderes mexicanos se dieron cita durante las 24 horas de tránsito del supersónico.
El “pájaro blanco” viajaba más rápido que el sol: 2,200 kilómetros por hora, dos veces la velocidad del sonido y a la misma rapidez que un avión de caza, deslizándose a través de la estratósfera a más de 19 mil metros de la tierra.
Con el arribo del A380, México se colocó como el primer país en América Latina en tener vuelos regulares de esta aeronave, para lo cual el AICM realizó un estudio técnico aeronáutico y adecuaciones a sus instalaciones en calles de rodaje y sus acotamientos.
Otras modificaciones que se tuvieron que realizar fueron en tomas de alimentación eléctrica en plataforma “PIT´s”, tomas de combustible, renovación del señalamiento horizontal de las plataformas de embarque y desembarque, y se adaptó el control de flujos de pasajeros y salas de última espera.
Una vez que aterrizó la aeronave, recibió el “baño” de bienvenida por tratarse de la primera ocasión que pisa suelo mexicano y se dispuso a posicionarse para colocarle los pasillos telescópicos especiales para su abordaje y desembarque, para recibir a turistas y hombres de negocios que realizaron por primera vez el vuelo operador por Air France en la ruta París-México-París.
C$C-GM