Hace unos días se dio una interesante discusión en redes sociales referente al proceso de selección de comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
La reconocida académica y columnista, Irene Levy, prendió la mecha en Twitter al comentar una publicación del IFT en la que se invitaba a participar en la convocatoria 2018 de ProTalento. “Éntrenle, y luego en un año se hacen comisionad@s!”, escribió la abogada especializada en telecomunicaciones.
Si bien los mecanismos para la selección de los integrantes del Pleno y del Comisionado Presidente del IFT tienen su origen en la discusión que se dio en torno a la Reforma Constitucional de 2013, es claro que toda ley es perfectible y después de un cierto tiempo valdría la pena hacer algunas preguntas, no sin antes recordar el origen de los actuales mecanismos de selección.
Pues bien, el artículo 28 de la Constitución establece la manera en la que se llevaría a cabo el proceso de selección en el que el Comité de Evaluación tiene la tarea de revisar los requisitos que deben cumplir los aspirantes; además, formula y aplica el examen de conocimientos, para luego enviar una lista de los aspirantes que tuvieron la calificación más alta al Ejecutivo Federal, para que éste seleccione a un candidato y envíe la propuesta al Senado, quien a su vez, es el que finalmente ratifica o no la propuesta del Ejecutivo.
Si analizamos objetivamente el trabajo de cada Comisionado nos encontramos con un balance positivo, que en mi opinión está marcado por la histórica declaratoria de preponderancia que no sólo se logró emitir en tiempo y forma, sino incluso, sin tener la correspondiente ley secundaria.
De quienes han concluido su mandato como comisionados: Fernando Borjón, Ernesto Estrada, y próximamente Adriana Labardini, podemos destacar la importante huella que fueron capaces de dejar en el sector trabajando arduamente para sacar adelante temas sumamente complejos como el “apagón analógico”, sólo por mencionar uno.
De quienes han llegado, como Javier Juárez y Arturo Robles, es necesario destacar que sin duda le han dado un refresh al Pleno y a las discusiones de los asuntos, y se les agradece y mucho, tengan un papel tan relevante en temas sensibles para la población mexicana como la ética, la Cuarta Revolución y el IPV6.
De los integrantes originales del primer Pleno del órgano regulador, como María Elena Estavillo, Mario Fromow y Adolfo Cuevas, es fundamental señalar su técnica y persistencia por tener un mejor sector de telecomunicaciones y radiodifusión en beneficio de la parte más importante de las telecomunicaciones y la radiodifusión: la población.
En tanto, del ratificado Comisionado Presidente, Gabriel Contreras Saldívar sobresale, además de su formación y del profundo conocimiento del sector, su capacidad para escuchar y distinguir lo urgente de lo importante.
Por todo lo anterior, tenemos que reconocer que dar el salto de donde se esté al Pleno del IFT, es todo un mérito, no solo por la calificación que deben obtener los aspirantes en el examen de conocimientos, sino también por las otras habilidades que terminan demostrando en su trabajo diario.
En mi paso por la administración pública he sido testigo de la incansable labor de los comisionados y el de sus equipos de trabajo que día a día ponen su grano de arena para que existan mejores servicios de telecomunicaciones. Sin duda, la crítica es buena pero con objetividad es mucho mejor.
Quizá lo que nos debemos preguntar, al igual que los legisladores, es si con un examen de conocimientos (cuantitativo) es suficiente para armar una terna o si también es necesario tomar en cuenta otros elementos como la capacidad de negociación, liderazgo, experiencia fuera y dentro de la administración pública e incluso la formación académica (cualitativo). Recordemos que el sector de telecomunicaciones no es solo de los ingenieros, abogados o economistas, la innovación tecnológica necesita de la multidisciplinariedad.
Una calificación y títulos no aseguran nada, y para comprobarlo sólo se tendría que dar una revisada a múltiples teorías y modelos educativos que así lo consignan.
Y ojo, no olvidemos que para modificar el proceso de selección de Comisionados, el cual es público y transparente, se tendría que realizar un proceso legislativo; no sin antes, valorar si es suficiente la aplicación de un examen de conocimientos.
Las telecomunicaciones y la radiodifusión necesitan de innovación constante y de entender la convergencia tecnológica y por tanto de personas visionarias, que sepan llegar a acuerdos para el beneficio de los mexicanos. La pregunta queda ahí.
C$T-GM