Oportuno revisar regulación, señala Segob.
La industria mexicana de la radio y la televisión opera en un “suelo disparejo” debido a la sobrerregulación y tributación que enfrenta y que es superior a la de sus competidores en el mercado de la comunicación y ante lo cual es necesario exigir termine el estado de excepción que padece, dijo José Luis Rodríguez Aguirre, presidente de la CIRT.
“La industria cree en la justicia y la legalidad, y consideramos que exigiendo de modo respetuoso y correcto reglas claras e iguales para todos conllevaría a que este estado de excepción en el que se nos tiene, termine y podamos trabajar adecuadamente”, sostuvo al inaugurar la 60 Semana de la Radio y la Televisión.
El representante de los radiodifusores del país solicitó certeza jurídica, una pieza clave para construir negocios sanos, financieramente viables y generadores de empleo, y así poder cumplir con el compromiso que sostiene con las audiencias.
“Nosotros además del Impuesto Sobre la Renta, con que cualquier empresa contribuye pagamos al Estado en especie parte de nuestro inventario, cuestión que sólo sucede en México… Esto tampoco sucede con otro tipo de concesiones, por ejemplo, las líneas áreas no ponen a disposición del Estado, asientos; las telefónicas, no brindan al Estado planes de telefonía y datos; las minas no entregan parte de su producción, ya sea cobre, plata u otro, al Estado”.
Una de las principales funciones del Estado añadió, es incentivar el desarrollo de las industrias productivas, y no inhibir su desarrollo sobregravando las empresas, de este modo, se genera una economía más revolvente y por supuesto a través de ello hay más tributación y beneficios para la sociedad.
“Además de estos pagos en especie por el aprovechamiento del espectro, también se nos cobra una contraprestación a 20 años, nuestras concesiones son a 20 años, pero nos hacen pagarlas en una sola exhibición, nosotros decimos que eso es de un solo golpe y porrazo”.
Como ejemplo de ello, Rodríguez Aguirre dijo que en una ciudad como Los Ángeles en Estados Unidos, una concesión puede representar para el radiodifusor el pago de sólo 4 millones 800 mil pesos; en México, el monto está entre los 28 y 30 millones de pesos.
“En relación a lo que es la contraprestación tenemos cargos hasta de tres veces por pagar aprovechamiento de espectro, lo que para nosotros está totalmente fuera de la línea, nadie debería pagar por un mismo bien más de una vez”.
Todo esto sucede a través del único medio de comunicación que es gratuito, pues a diferencia de cualquier otra plataforma de comunicación, los radiodifusores no cobran por usuario.
En el contexto actual, dijo, es fundamental exigir la eliminación de los tiempos oficiales, una práctica que inició debido al autoritarismo del Estado y fuera de la ley derivado de la cobertura que se dio a los movimientos de 1968.
“La radio y la televisión en México ha vivido, compartido y narrado la transformación de la sociedad y así, la evolución de nuestro México, de una sociedad que ha evolucionado en sus libertades. Esto no hubiera sido posible si no fuera por el esfuerzo en la búsqueda de la libertad que esta industria poco a poco ha ganado en favor del pueblo de México”.
Por su parte, Ricardo Peralta, subsecretario de Gobernación dijo que la radio y la televisión son medios de comunicación tradicionales que enfrentan una férrea competencia proveniente del ámbito digital; ante ello, es momento oportuno de revisar la regulación y explorar los caminos necesarios para fortalecer esta industria.
«No solamente tenemos la obligación de explorar todos los caminos necesarios para fortalecer la industria nacional. Hay mucha oferta distinta a los medios de comunicación como la radio y la televisión, la regulación es muy estricta precisamente para esos medios tradicionales, y la competencia que se presta a través del internet se cuenta por miles en el mundo y México no es la excepción, yo creo que es momento oportuno para revisar la regulación».
C$T-GM