La penetración de las redes de gobierno el polo más atractivo para la ciberdelincuencia
Con 35 millones de ataques registrados en lo que va del año, la ciberseguridad en México es un creciente negocio valuado en alrededor de 400 millones de dólares y una industria que busca resolver el aumento sustancial de la ciberdelincuencia que afecta lo mismo empresas, gobiernos, que instituciones, aseguró Juan Pablo Castro, director de Innovación Tecnológica de TrendMicro.
Los ataques aumentaron 60 por ciento respecto de lo observado en igual periodo de 2014, siendo las redes del gobierno los principales focos de atención del cibercrimen, seguido del las firmas financieras y el comercio retail -por su elevado número de puntos de venta- los sectores más afectados.
Datos de la firma especializada en ciberseguridad indican que en 96 por ciento de las empresas afectadas, al menos existió un equipo secuestrado, es decir, bajo el control del cibercriminal, sin que fuera detectado por la compañía y suficiente para crear una amenaza con fuertes impactos.
El correo electrónico y los dispositivos móviles de los empleados sigue siendo los factores que genera el mayor número de vulnerabilidades; 48 por ciento de los dispositivos que comparten redes internas de una compañía están comprometidos, es decir, son el puente de acceso para la ciberdelincuencia.
«México está entre los primeros lugares en la descarga de aplicaciones maliciosas a nivel mundial, al registrar el uso de 512 mil apps de este tipo, las cuales son utilizadas por los hackers para tomar control de un equipo mediante ingeniería social, cuando un usuario conecta una cámara, un micrófono, un GPS etc».
El directivo aseguró que el crecimiento de la actividad del comercio electrónico y la banca en línea, también ha estado de la mano del repunte de los ataques del cibercrimen a través de malware, «este año ya registró 5 mil 200 amenazas».
Para el experto, el cibercrimen es un fenómeno global y la única manera de enfrentarlo con éxito es aprendiendo de los grandes ataques perpetrados y de la legislación generada en el mercado internacional, así como estableciendo alianzas con organizaciones como la Interpol y la Organización de Estados Americanos (OEA) con quienes ha unido fuerzas para ejercer justicia contra este tipo de delitos.
«El gran aliado del cibercriminal son las fronteras, porque los gobiernos están impedidos para seguir al delincuente más allá de su jurisdicción, por ello son imprescindibles las alianzas con organismos globales».
A detalle explicó que una encuesta realizada en América Latina permitió detectar que 70 por ciento de los empresarios entrevistados reconoció que los ciberataques cada vez son más frecuentes, más difíciles de detectar y más complejos de detener.
El cambio vertiginoso y constante de la tecnología se ha convertido en la vulnerabilidad más grande de las empresas, pues mientras se planea un nuevo esquema de seguridad, el hacker ya detectó la forma de perpetrar un ataque, por ello la ciberseguridad debe ser una prioridad en cualquier compañía; invertir al menos 20 por ciento de lo que canaliza al desarrollo tecnológico.
C$C-EVP