Datos de pacientes podrían ser comprometidos.
Dentro del bloque de 37 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es el que menos gasta en salud por ciudadano; en 2016 el gobierno mexicano erogó en promedio, solo una cuarta parte de lo que gastaron el resto de las naciones integrados a este organismo multilateral, lo que hace cuestionable la calidad y seguridad con la que opera este sistema.
«El gasto en salud promedio es de mil 080 pesos por persona (ajustado a estándares de vida locales), cuatro veces menor que el promedio de la OCDE de 4 mil 003 pesos; México tiene 2.4 médicos por cada mil habitantes, respecto a los 3.4 en promedio en la OCDE, y cuenta con menos de un tercio del número de enfermeros/as y camas de hospital por cada mil habitantes que el promedio de la OCDE», detalla el Health at a Glance 2017: OECD Indicators.
Bajo un escenario presupuestal poco propicio, no es extraño que la innovación tecnológica en este sector también sea exigua, frente a un mercado global donde los servicios médicos, están altamente vinculados con los avances tecnológicos y la digitalización, lo cual no solo aplica en procedimientos médicos y de salud, sino también en software de seguridad, elemento crítico en hospitales, clínicas de salud y laboratorios.
Bajo este escenario, también se explica por qué la industria del cuidado de la salud es una de las más vulnerables ante ataques cibernéticos porque maneja en su día a día datos sensibles y confidenciales que a menudo son digitalizados y porque los hospitales están llenos de dispositivos médicos conectados a internet que tienden a ser altamente vulnerables y susceptibles a amenazas de seguridad.
«A principios de este año, se registró un ataque cibernético de ransomware al Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca (HRAEO), en donde las bases de datos, los sistemas de comunicación, los archivos de imágenes, las máquinas de rayos X y los sistemas de administración de pacientes de emergencia se vieron afectados», precisó Laura Jiménez, directora Regional de Darktrace en América Latina.
La directiva destacó que las consecuencias de este ciberataque provocó retrasos y cese de los procedimientos médicos durante tres días, lo que tuvo repercusiones en la salud de los pacientes y funcionamiento correcto del hospital, un delito que pudo haber sido identificado y prevenido desde el momento en que las anomalías en el sistema comenzaron a suceder mediante el uso de la Inteligencia Artificial.
Indicó que Darktrace, como líder mundial en Inteligencia Artificial para la defensa cibernética, ha identificado un aumento en el número de ataques a instituciones de salud en todo el mundo, teniendo como consecuencia filtración de datos, por lo cual es imprescindible obtener una visibilidad integral de los dispositivos en la red, sobre todo los conectadas al IoT para salvaguardar y garantizar la protección de la información de instituciones y pacientes.
«Los responsables de la toma de decisiones de las Tecnologías de la información en las organizaciones sanitarias deben considerar los sistemas de seguridad cibernética de próxima generación para detectar las filtraciones y vulnerabilidades de los dispositivos antes de que puedan causar daños».
Desde hace dos años se creó el Sistema de Información y Administración Médica en la Ciudad de México para digitalizar los procedimientos de atención médica, con el propósito de ahorrar tiempo de consulta y de suministro para los pacientes mediante la digitalización de pruebas de laboratorio.
De igual forma se sometió a este mismo proceso el monitoreo médico de los pacientes y se genera estadísticas para distribuir recursos en las áreas con mayores necesidades, aunque esto ha sido un gran paso en el sector salud de México, en términos de ciberseguridad el sistema se volvió más vulnerable ante amenazas cibernéticas, y los datos de los pacientes se pusieron en una situación potencialmente comprometedora.
Desde que la Secretaría de Salud comenzó a fomentar la digitalización de los registros médicos, los dispositivos conectados a internet representan la mayor parte de las inversiones en tecnología realizadas por la industria del cuidado de la salud. Se estima que el sector salud global invertirá alrededor de 410 mil millones de dólares en dispositivos, servicios y software de IoT en el año 2022.
C$T-EVP