Países emergentes podrían obtener importantes beneficios
A nivel mundial, más de 44 bancos centrales se encuentran experimentando o investigando sobre los beneficios que les representaría tener una versión digitalizada de su moneda nacional basándose en la tecnología de cadena de bloques, mejor conocida como Blockchain.
De acuerdo con encuesta del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés), publicada en enero pasado, diversos bancos centrales analizan la conveniencia de un modelo denominado Moneda Digital del Banco Central o Central Bank Digital Currency (CBDC).
Esta versión digital se podría emitir para uso general (minorista) para pagos entre pares y pagos de consumidores a comerciantes; o para uso de bancos comerciales y cámaras de compensación (mayorista) para pagos interbancarios más eficaces que se efectúan fuera de la banca corresponsal tradicional y otros sistemas de pago.
En opinión de Ashley Lannquist, jefa del proyecto sobre Blockchain y tecnologías de registro distribuido del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), el hecho de que docenas de bancos centrales estén explorando, y en algunos casos implementando, la CBDC basada en la tecnología de cadena de bloques es importante, es un indicador temprano del uso potencial de esta tecnología emergente en los sistemas financieros y monetarios.
“Los bancos centrales desempeñan un papel fundamental en la economía mundial, y sus decisiones acerca de la implementación de tecnologías de registro distribuido y de moneda digital en el futuro pueden tener grandes repercusiones para las economías”.
Para la especialista, independientemente del alcance de las investigaciones en curso, la mayoría de los bancos centrales aún deben elaborar conclusiones, que se deben formular país por país.
“En algunos casos, la CBDC tiene el potencial de mejorar los sistemas actuales. En otros casos, muchos bancos centrales pueden llegar a la conclusión de que la inversión no vale la pena. En un informe de 2017, por ejemplo, el Banco Central de Dinamarca declara: En el contexto danés, no está claro a qué podría contribuir la moneda digital del Banco Central que no esté ya cubierto por las soluciones de pago actuales”.
La especialista del WEF destaca que los bancos centrales de los países emergentes, donde los procesos financieros y los sistemas tecnológicos existentes aún no son muy eficaces o no están profundamente arraigados, pueden obtener los mayores beneficios de la implementación de tecnologías de registro distribuido y también lograr una mayor inclusión financiera a partir de la implementación de la CBDC.
Al respecto, el pasado 29 de junio, el mexicano Agustin Carstens, Gerente general del BIS dijo al periódico Financial Times que es posible que los bancos centrales mundiales tengan que emitir sus propias monedas digitales antes de lo esperado.
El medio de comunicación británico detalló cómo los bancos centrales han desdeñado la primera ola de las criptomonedas al considerar monedas como el Bitcoin y Ethereum instrumentos especulativos que no pueden describirse como dinero debido a la volatilidad de su valor frente a las monedas estatales más utilizadas, como el dólar estadounidense y el euro.
Sin embargo, refirió, los planes de Facebook para crear la moneda denominada Libra, con un valor vinculado a una cesta de monedas aún no especificadas respaldadas por activos aún no claros, han atraído la atención de los funcionarios, incluso en el BIS con sede en Basilea.
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