Necesario repensar la solidaridad.
En un escenario de crisis como la que vive el mundo debido a la pandemia de Covid-19, el mundo está experimentando una “infodemia”, la primera epidemia de información en tiempo real, que modifica la conducta de quienes la contraen.
En opinión de Raúl Trejo Delarbre, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), los engaños y noticias falsas siempre prosperan en circunstancias de temor, porque las crisis arrojan lo mejor y lo peor de la sociedad, refirió la UNAM en un comunicado.
“Las colectividades actuales no dejan de estar conectadas, pero en muchos sentidos las redes digitales no nos enlazan, sino que acentúan nuestro aislamiento. Además, aunque no es claro qué tan vulnerables somos, ni sabemos el alcance que tendrá el virus, lo cierto es que la epidemia de información afecta más a los que menos tienen. La naturaleza nos recuerda nuestra fragilidad”.
Trejo Delarbre subrayó que es difícil hacer el balance de una situación que cambia todos los días; por lo pronto, las personas aprendemos nuevas formas de convivencia y de tolerancia, pues no basta con la acción del Estado. “Estamos aprendiendo que el Estado y la sociedad no están separados”.
Para José Antonio Maya González, historiador de la medicina y enfermedades mentales de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), el miedo al contagio, al otro, al asiático, al migrante, es un ingrediente común en las redes sociales y medios de comunicación.
“Como académico, el miedo no es lo que más me inquieta, sino los usos sociales y políticos que se le da entre la población; me preocupa que pueda hacer muros mentales para clausurar a los otros en sus derechos, como a caminar libremente por el planeta. Debe combatirse el estigma y etiquetamiento de quien pueda resultar infectado”.
Al respecto, Verónica Montes de Oca, investigadora y especialista en demografía del IIS, dijo que la propagación de COVID-19 está muy relacionada con la desigualdad social y las estructuras por edad que tienen muchos países.
Refirió que el 60 por ciento de la población económicamente activa en México labora en el sector informal, y si no trabaja no tiene ingresos y es mucho más vulnerable a la desprotección por parte del Estado, por lo que se tiene que repensar la solidaridad, sororidad y relaciones cotidianas.
“Leer, seleccionar lo que vemos, optimizar lo que tenemos y compensar lo que no vamos a tener. Los padres debemos buscar nuevas formas de convivir con los hijos, recuperar nuestros vínculos afectivos”.
C$T-GM