Mantenimiento y recarga de gasolina sin asistencia.
Gracias al Internet de los Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) la era del «computador sobre ruedas», es decir, la de los autos conectados está más cerca que distante, con lo cual las peleas entre conductores, los accidentes y desastres ocasionados por el transporte se reducirán notablemente, lo que beneficiará la movilidad en las grandes ciudades.
«Según un informe de Makinsey & Company, para el año 2040 más del 30 por ciento de los carros vendidos a nivel mundial serán autónomos, un dato impresionante si se tiene en cuenta que hace 10 años esto era algo imposible, pero que ahora hay desarrollos tecnológicos más sofisticados», explica Daniel Cuéllar, vicepresidente de Gemalto para Latinoamérica, Mobile Services & IoT.
Llamarlos «computadores sobre ruedas», indicó, obedece a las capacidades que tendrán estos autos no sólo para manejarse solos, sino para recargar gasolina sin asistencia, concretar su mantenimiento sin ayuda de un ser humano alguno, además de ser capaces de estacionarse en la casa del dueño a la hora que sea requerido.
«Los autos podrán comunicarse entre ellos para poder esquivarse en caso de existir peligro de choque. Esto será posible gracias a la tecnología 5G, que permite más velocidad en el flujo de datos e información entre una máquina y otra», detalló el especialista.
La cantidad de datos que compartirán estos vehículos permitirá a las ciudades desarrollar sistemas inteligentes que eleven su conectividad, con lo cual los automóviles circularán a través de un tráfico más ligero, pues tendrán información de los tiempos en los que un semáforo cambia, así como identificar en tiempo récord cuáles son los parqueaderos más cercanos y con cupo disponible.
Sin embargo, en opinión del experto el reto estará en implementar metodologías de seguridad para controlar la capacidad de estas nuevas máquinas con el fin de proteger a la humanidad de cualquier desastre.
«Pero para eso, la tecnología de la SIM interna será una gran aliada pues así se podrá controlar cualquier falla en las máquinas, sin importar que estén o no en movimiento».
Para Daniel Cuellar, el rol de los humanos consistirá en administrar las capacidades de estas innovaciones y usar esta tecnología en beneficio de otros individuos, industrias, negocios y compañías que puedan sacar el máximo rendimiento a esta tecnología.
«La velocidad y la seguridad serán una constante en la era de los autos conectados. Una era que aunque sea increíble está más cerca que distante. Así que si un día ve un carro sin un conductor en su interior no se asuste, todo lo contrario, alégrese porque el futuro ha llegado».
Para el especialista el IoT ha logrado un nivel de desarrollo en magnitudes «nunca imaginados» y en muchos de los casos, similares a lo que en el pasado reciente parecían parte de la ciencia ficción y de la imaginación.
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