Usar la tecnología permite ampliar tu horizonte sentimental, pero 22% prefieren usarla para espiar a su pareja
El uso de la tecnología se ha convertido en una extensión eficiente para “enamorarnos y romancear”; nos da la posibilidad de la ubicuidad, de acelerar la forma de relacionarnos y comunicarnos, pero también ha complicado la labor de “Cupido”, pues al menos 22 por ciento de los usuarios la utiliza para realizar espionaje sentimental.
Los dispositivos móviles, servicios de mensajería rápida y el uso intensivo de las redes sociales, son herramientas y espacios que te han permitido ampliar sustancialmente tus horizontes sentimentales, pero también conocer con detalle y oportunidad, dónde está y que hace tu pareja, destaca un interesante estudio The Competitive Intelligence Unit (CIU).
Aunque estas herramientas no son exclusivas para buscar un romance, en muchas ocasiones son muy útiles cuando buscas información de personas que no conoces, pero que en redes sociales te pueden resultar atractivas o afines a tu forma de vida, las contactas y con tantita suerte llegas a concretar una cita.
Sin embargo, CIU advierte que “no todo es miel sobre hojuelas”, pues no son pocos los usuarios que han sentido la “cosquilla de darle una checadita en redes, al smartphone o cualquier otro dispositivo para conocer”, que tanto y más aún, con quienes se interrelaciona su pareja.
El estudio de CIU muestra que al menos 22 por ciento de los usuarios de la tecnología admitieron haberlo hecho, de ese porcentaje, 48 por ciento lo hicieron sin el consentimiento de su pareja.
Fuente: Elaborado por The Competitive Intelligence Unit, 2015
Las razones que esgrimieron, fueron múltiples, aunque lo curioso del tema es que las personas que admitieron hacerlo en su mayoría dijeron hacerlo “simple curiosidad, o incluso por amor a su pareja”, justificaron y en menor porcentaje por desconfianza.
Aunque los expertos en los temas del corazón nos repiten, que la estabilidad y permanencia de una pareja se cimenta en la CONFIANZA, la lógica entre los usuarios es otra, pues aunque hay mucho amor, prefieren no entregar a su pareja las claves de acceso al dispositivo o redes sociales.
El lenguaje es otro de los aspectos que analiza CIU en su estudio, y nos muestra algunos de los recurrentes ejemplos utilizados en las redes sociales para destacar un “singular lenguaje amoroso”.
“Dar like” a todas y cada una de las publicaciones de una persona podría significar coqueteo, un mensaje como “visto” o “palomitas azules” seguidas de ningún texto equivale a “estoy enojado/no quiero hablar contigo”. Y que decir del subtexto alrededor del unfollow y los bloqueos, que pueden traducirse como “cortaron y a la mala”.
Los expertos de CIU te sugieren que si eres exceptico en esto del lenjuage amoroso checa estos resultados: 16 por ciento de los encuestados terminó una relación a causa de las redes sociales; 8.0 por ciento admitió espiar a su pareja a través de cuentas alternativas para comprobar o poner a prueba la fidelidad de su pareja.
“Los datos parecen justificar la actitud espía, ya que la probabilidad de alguien cometa una infidelidad, con ayuda de las redes, se encuentra cercana a 13 por ciento.”
Otros comportamientos recurrentes son likes o comentarios incómodos, sobre nacidos a raíz de una competencia amorosa. Tres de cada cinco encuestados han sentido celos, enojo e incluso, hasta han discutido como consecuencia de revisar las publicaciones de sus compañeros románticos.
El romance digital es un nuevo idioma con el que iniciamos, mantenemos o terminamos una relación, pero también un espacio adicional, un acelerador, una red infinita de posibilidades de que fluyen nuestras emociones. Te dejamos estos números interesantísimos de CIU, para que los enriquescas la lista con tu inclusión.
C$C EVP