Impactará diversos campos del conocimiento.
La iniciativa para conformar una estrategia nacional de supercómputo que impulse el conocimiento, la investigación científica y la competitividad, será el primer tema legislativo por abordar en febrero próximo por la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, adelantó el presidente de esta instancia, Carlos Gutiérrez García.
«Los diputados estamos comprometidos con el desarrollo del país y por ello nos hemos propuesto dar celeridad a esta iniciativa para contar con las herramientas necesarias que impulsen la innovación, la ciencia, así como la ingeniería y competitividad económica”, precisó.
Gutiérrez García asentó que la estrategia que se propone, la cual ha sido enviada para su análisis y aprobación al Senado de la República, es crear una instancia científico-académica en la que el gobierno, academia y sector privado converjan esfuerzos e inversiones que detonen el uso de esta tecnología de cálculo numérico”.
«Al diseñar una estrategia de supercómputo podremos desarrollar tecnología con impacto en múltiples campos del conocimiento y gamas de la economía; estudiar el calentamiento global, realizar pronósticos del clima, identificar riegos de desastres naturales o sociales, desarrollar moléculas con aplicaciones a la salud, crear nuevos materiales y mejorar la seguridad, entre muchas áreas más”.
Mencionó que en el campo industrial el supercómputo significa mayor innovación y competitividad, sobre todo en las ramas automovilística, aeronáutica, construcción e ingeniería civil y eléctrica cuyo desarrollo es esencial para el crecimiento de la economía nacional.
«Usando las supercomputadoras se puede llevar a cabo, con certeza y velocidad, billones, trillones, de cálculos matemáticos para estudiar problemas de gran magnitud”, enfatizó el legislador.
A su vez la integrante de la Comisión de Ciencia y Tecnología, María Eloísa Talavera Hernández, dijo que aprobar esta iniciativa es de urgencia trascendental para que México avance con pasos firmes en la ciencia de datos, en la unificación de las aplicaciones y crear una nueva generación de científicos e ingenieros que den viabilidad al crecimiento de diversas actividades como seguridad nacional, industria, economía, energía, y otros.
«Nuestro país no debe ser ajeno al crecimiento global, ya que la ciencia y la tecnología son área estratégica para la generación de la riqueza”.
Talavera Hernández detalló que a la fecha sólo se cuenta con ocho supercomputadoras ubicadas en el Instituto Potosino de Ciencia y Tecnología, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Universidad Autónoma de Puebla, Universidad de Sonora y en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), por lo que se tiene un largo camino por recorrer para situarnos a la par de naciones desarrolladas.
El primer paso se ha dado al reunir a especialistas en el Foro “Hacia una Estrategia Nacional en Supercómputo”, en el que se delinearon propuestas que al Legislativo corresponde hacer ley para que la academia, la industria y el gobierno cuenten con el marco jurídico que permita hacer uso integral de esta herramienta tecnológica en beneficio de la ciencia y las actividades productivas”.
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