El mercado superará los 3 mil mdd en 2022.
Los factores de autenticación como las huellas dactilares, reconocimiento de iris y las tecnologías de reconocimiento facial, registran una fuerte adopción a nivel mundial por los múltiples beneficios que representan pero también representan fuertes riesgos asociados con la privacidad de las personas.
“La utilización de esta tecnología ya es generalizado en países de todo el mundo. Mientras que en 2017 el mercado de la tecnología de reconocimiento facial alcanzó mil 400 millones de dólares, se espera que este año la cifra ascienda a mil 900 millones de dólares, según Statista. Y se prevé un crecimiento gradual hasta llegar a los 3 mil 100 millones en 2022”, refiere la firma Allot.
Al respecto, Francisco Cayuela, responsable de Allot para Latinoamérica, señala que si bien no es posible calificar de buena o mala la tecnología de reconocimiento facial, el riesgo se presenta cuando cuando la información que tenemos en el teléfono, se lleva a un servidor central y se combina con muchos otros datos y rastros que vamos dejando en la web.
“Lo primero que hay que tener en cuenta es que el reconocimiento facial funciona identificando a una persona a través de nodos o puntos claves que representan cada parte del rostro, incluyendo los ojos, la nariz, la boca, los ojos y las facciones”.
Así, a partir del rostro, es posible obtener una gran cantidad de información de una persona; por ejemplo, si una cámara graba a alguien saliendo de una iglesia católica, se presupone que tiene una creencia religiosa relacionada con esa iglesia, o si sale de un partido de futbol, se puede anticipar su preferencia por la forma en la que vaya vestido-
Aunque los ciberdelincuentes pueden usar fotografías o programas de computador para engañar un sistema, destaca el directivo, los expertos señalan que es posible acudir a técnicas mucho más avanzadas.
“Debido a la evolución diaria de los sistemas seguridad, como el reconocimiento facial, los hackers se ven obligados a utilizar programas que replican con precisión los rasgos de cualquier persona incluso su forma de hablar, por eso mismo la seguridad integrada en la red es cada vez mayor”.
Cayuela destaca que la información de los rostros de los usuarios se almacena dentro de un repositorio del dispositivo que está supuestamente protegido y no es visible para los usuarios.
Sin embargo, a través del uso de impresiones en 3D a través de una fotografía pueden hacer una “máscara” de la cara y de esta forma violar el sistema de autenticación facial. Los expertos coinciden en que aunque el reconocimiento facial ha tenido un boom en los últimos años, aún no hay un nivel de ataque dirigido.
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