Gobiernos deben impulsar infraestructura.
Si bien la llegada de los vehículos autónomos lleva a reflexiones que tienen que ver con el impacto que este tipo de transporte tendrá en la vida diaria de las personas, es en el sector retail donde su incursión se ve cada vez más cerca y con mayor probabilidad de transformar modelos de negocio, hábitos de usuarios, estrategias comerciales e incluso políticas de gobierno.
«En general todas las noticias sobre vehículos autónomos tratan sobre vehículos para personas. Sin embargo, son los vehículos autónomos que entregan productos los que tiene mayor probabilidad de impactar. Ya hemos visto algunos ejemplos como camiones autónomos en Nevada, vehículos autónomos de entrega en las calles de San Francisco y drones de DHL en Alemania. Seguiremos este año viendo más empresas intentado realizar sus entregas con este tipo de metodología», precisó José Luqué, director de Infor México.
En opinión del especialista, los gobiernos deben ver en los vehículos autónomos una oportunidad para impulsar el desarrollo de infraestructura que incorpore sendas especiales y estaciones específicas para este tipo de transporte, pero que también sea compatible con el diseño de espacios verdes, bici sendas y recorridos peatonales.
«Las direcciones físicas se vuelven cada vez menos relevantes. Esto no es nada nuevo, aunque se necesitan direcciones físicas para recibir los productos, existen nuevas opciones. Retiro en las tiendas, en esquinas predefinidas, lockers, y hot spots».
Si bien las direcciones físicas propias se están volviendo menos relevantes, la ubicación GPS es cada vez más importante, gracias a los smartphones. Por ejemplo, si una persona se encuentra en la playa y sin protector solar, bien se puede encargar una crema que un dron podrá entregar en la ubicación exacta.
«Otra de las tendencias que se ven es la cantidad de cambios y devoluciones en la cadena de suministro. Uno de los temas en el caso de las devoluciones es la complicación que crea tanto para el cliente como para el vendedor. Con más cantidad de vehículos autónomos, se pueden también aprovechar para los cambios y devoluciones».
Por ejemplo, añadió Luqué, si se encarga un par de tenis talla 26 y se quiere cambiar por 27, se puede hacer el cambio mediante una verificación; los vehículos pueden tener un tipo de “vending machine” móvil, es decir que el vehículo va a donde está la demanda.
«Aunque no creo que haya entrega autónomas para todo: pan, café y leche, el futuro está claramente encaminado a una mayor autonomía, al aumento en la digitalización y una mayor facilidad en la transacción comercial. Los Supersónicos puede ser que no hayan llegado todavía, ellos todavía manejaban su propio vehículo, pero ese tipo de tecnología que veíamos día a día, está cada vez más cerca».
C$T-GM