AL no debe llegar tarde a la Cuarta Revolución Industrial.
Posicionar a los mercados emergentes rumbo a una economía digital requiere de eliminar barreras a la inversión privada para atraer flujos de capital frescos que se reflejen en el desarrollo de mayores bienes y servicios de telecomunicaciones, reducción de costos en forma creciente, así como disminuir el precio de los dispositivos y de la conectividad fija y móvil, precisó Gerardo Ruiz Esparza en el contexto del Sexto Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones 2018.
Al presentar su ponencia “El papel de los Gobiernos para el Desarrollo de la Infraestructura de Telecomunicaciones” dijo que sólo con mayor acceso y disponibilidad tecnológica se podrá incidir en una mayor apropiación de las nuevas tecnologías; con mayor inversión, más infraestructura, y más servicios y un capital humano especializado se multiplicarán las posibilidades de transitar exitosamente hacia una economía digital.
Detalló que México hace poco más de cinco años inició una importante transformación para adecuarse a los nuevos tiempos del mundo global y digital del siglo XXI con el propósito de cerrar la brecha digital, ofrecer una educación de mayor calidad, eliminar barreras al crecimiento económico y reposicionar al país en el concierto internacional.
Ante empresarios, reguladores y organizaciones del sector de las telecomunicaciones de la región de América Latina, el funcionario explicó que con la participación de la sociedad civil, los legisladores y los partidos políticos, en un periodo relativamente breve, se concretaron en México 13 reformas constitucionales de gran trascendencia como la educativa, la energética, de competencia económica, la hacendaria y financiera, y la de telecomunicaciones, entre otras.
Los cambios constitucionales en telecomunicaciones, se tradujeron en una reforma exitosa con beneficios tangibles a los ciudadanos, como han sido la reducción de costos en telefonía móvil (43 por ciento), la eliminación del pago de larga distancia nacional y del roaming, además de la disminución entre un 61 y un 75 por ciento de los precios de las canastas de servicios móviles.
Resaltó la importancia de haber creado un regulador autónomo, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), responsable de impulsar condiciones de competencia como condición imprescindible para atraer flujos de inversión, así como la creación de una Subprocuraduría especializada en Telecomunicaciones para defender los intereses y derechos de los consumidores.
La aplicación del nuevo marco regulatorio, así como el desempeño del IFT y la actuación de la Subprocuraduría propiciaron más de 130 mil millones de pesos de ahorro a la economía de las familias mexicanas, de acuerdo con estadísticas emitidas por el órgano regulador, lo que también ayudó a incrementar el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) entre la población.
Este comportamiento fue fortalecido con la creación de una Red de 32 Centros de Inclusión Digital “Puntos México Conectado”, que brinda capacitación a la población, particularmente de escasos recursos, en materia de robótica, innovación, emprendimiento y desarrollo de habilidades digitales, programa que ya tiene 590 mil socios inscritos y 420 mil inscripciones a cursos, lo que se ha combinado con la puesta en marcha de 101 mil sitios de conectividad a internet gratuito en espacios públicos abiertos, en escuelas, hospitales, y oficinas de gobierno.
Destacó también el desarrollo de la Red Compartida, que ofrece conectividad mayorista con inversión ciento por ciento privada estimada en 14 mil millones de dólares, un proyecto que aprovecha el dividendo digital generado con la liberación de la banda 700 MegaHertz y cuyo objetivo fundamental, es ampliar a todo el país la cobertura del servicio de telecomunicaciones a través de tecnología 4.5G preparada para migrar a 5G y que los operadores compartan infraestructura a un menor costo.
«Con la Red Compartida que se despliega a nivel nacional, se dará cobertura de servicio de Internet de banda ancha y telefonía móvil a más de 103 millones de mexicanos; el pasado mes de marzo se alcanzó una cobertura del 32.2 por ciento, es decir, 36 millones de habitantes; la OCDE ha reconocido este proyecto como un programa único a nivel mundial y del que la propia organización está aprendiendo por su componente de innovación.
A lo anterior se sumó el Programa de Infraestructura Pasiva, orientado a incrementar la cobertura de redes en todo el territorio nacional, al permitir el uso de inmuebles tanto de la federación como de gobiernos estatales y municipales, por parte de los operadores de telecomunicaciones para que amplíen sus redes de manera eficiente y a un costo reducido, particularmente en lugares remotos y poco accesibles de México.
«Se trata de facilitarle a los operadores de telecomunicaciones, el uso de 11 millones de postes instalados por la Comisión Federal de Electricidad que ofrecen cobertura al 98 por ciento de la población mexicana, además de contemplarse el desarrollo de ductos en las carreteras del país, para apoyar el despliegue de infraestructura del sector».
La aplicación de mejores políticas públicas han permitido llevar a México a un mejor nivel de desarrollo económico, lo cual explica porque la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), así como de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y ocho reconocimientos más, califiquen la reforma del sector, como una de las más exitosas.
Ruiz Esparza dijo que la extraordinaria convocatoria del Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones es muestra de que América Latina «no quiere llegar tarde a la Cuarta Revolución Industrial, por lo que es momento de acelerar el paso e incursionar en nuevos esquemas de colaboración y trabajo conjunto entre los gobiernos y los operadores locales para superar los enormes retos que impone el nuevo mundo digital».
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