Internet móvil ofrece alto potencial de negocio.
En México, la Banda Ancha Móvil (BAM) es el servicio que tiene un potencial de desarrollo mayor para los próximos años y en ese segmento de mercado los Operadores Móviles Virtuales (OMVs) enfrentan un escenario general positivo; sin embargo, los inversionistas relacionados con este tipo de proyectos deben considerar, si apuestan por un modelo que contemple el despliegue de infraestructura y enfrentar complejidades asociadas a la obtención de permisos, inversiones iniciales considerables, y mayores costos de mantenimiento.
«Un análisis económico financiero del mercado de banda ancha móvil permitió identificar dos oportunidades de inversión. Cabe destacar que los resultados de las estimaciones realizadas favorecen esquemas de comercialización en los que mayormente se comparte la infraestructura actualmente desplegada», detalló el Organismo Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones (Promtel).
En el estudio Análisis de proyectos de inversión para la provisión de servicios de Banda Ancha Móvil, el Promtel modeló dos proyectos con potencial económico para incrementar el acceso efectivo de la población a la comunicación mediante el servicio BAM.
El primero asume que la provisión del servicio de un OMV se realiza al 100 por ciento mediante la comercialización de capacidad de red a un concesionario que ofrezca el servicio mayorista; el segundo es un modelo híbrido donde una parte importante de la provisión del servicio se lleva a través de la comercialización de capacidad (80 por ciento) a un concesionario mayorista y el resto se provee a través de una red con infraestructura propia (20 por ciento).
«El modelo financiero muestra que en un escenario conservador (bajo crecimiento de demanda) un OMV que pretende ofrecer sus servicios a través de compra de capacidad únicamente puede alcanzar una rentabilidad a partir de una participación de mercado de 1.0 por ciento».
En cambio, un OMV que planea desplegar de manera parcial (en un 20 por ciento) su propia red, ya sea para ofrecer los servicios en zonas densas en la que necesita incrementar capacidad, o en lugares donde no llegan los operadores mayoristas, la participación de mercado debería ser de 4.5 por ciento para ser rentable.
Así, un OMV que comercializa los servicios móviles a través de la reventa de capacidad puede obtener un valor presente neto de 10 mil 516 millones de pesos si ofrece sus servicios en el país. Un OMV que además de revender capacidad realiza un despliegue parcial de red puede obtener un valor presente neto de 9 mil 975 millones de pesos.
«Cabe señalar que el análisis de oferta se realiza para todas las regiones geográficas del país, resultando las más atractivas aquellas que se revelan en el estudio de Nichos de Mercado como la que muestran mayor disposición a pagar por una mejora en el servicio que actualmente reciben».
El estudio del Promtel destaca que ambas oportunidades, la de un OMV revendedor y un OMV híbrido, tienen potencial para ser rentables y, por lo tanto, incrementar la inversión en el sector e impulsar la penetración de BAM, resultaría positivo ya que ejercerían una presión competitiva en el mercado.
Sin embargo, puntualiza, en el caso donde el proyecto contempla despliegue de infraestructura propia (modelo híbrido), no se deben pasar por alto complejidades asociadas a dicha actividad, como lo son la obtención de permisos necesarios, inversiones iniciales considerables, y mayores costos de mantenimiento, asociados a esta propuesta, en comparación con los del modelo en el que se comercializa el 100 por ciento de la capacidad.
«Con la implementación de proyectos como los analizados, el usuario final tendría un mayor y mejor acceso al servicio BAM, lo que le permitiría mejorar su productividad y competitividad, con lo que contribuiría al crecimiento de la economía, tal como lo propone el estudio de la UIT en lo referente a los impactos positivos estimados en el PIB».
A raíz de la Reforma, el sector mexicano de telecomunicaciones se ha transformado significativamente en materia de inversión, acceso a los servicios, calidad y precio, siendo la BAM uno de los servicios de telecomunicaciones con mayor penetración; en México, durante el periodo 2010-2018, tuvo una tasa de crecimiento anual compuesto de 47 por ciento, alcanzando 67 servicios por cada 100 habitantes hacia el primer trimestre del año pasado.
El análisis comparativo realizado por Promtel muestra que el promedio que registran países integrantes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) es de 103 líneas por cada 100 habitantes, exhibiendo un margen de separación del 53.6 por ciento.
La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2017 (ENDUTIH), indica que la demanda de datos de BAM se ha incrementado desde 2015 a una tasa promedio anual de 61.4 por ciento, generada principalmente, por la adopción de redes sociales y la demanda de video en streaming, por parte de los consumidores.
Estimaciones de Cisco, señalan que la demanda de datos continuará incrementándose a una tasa del 48 por ciento anual, el estudio de Promtel estima que el consumo nacional de datos móviles para el 2020 será de aproximadamente 370 mil TB/mes; para 2030 de 922 mil TB/mes, y en 2040 alcanzaría el millón de TB/mes.
Destaca también que el mercado de banda ancha móvil, es el que mayor crecimiento ha experimentado, al pasar de 27.4 a 82.7 millones de líneas, lo que representa más de 200 por ciento de crecimiento.
«Aún así, México se encuentra rezagado frente a los países de la OCDE en indicadores de penetración, calidad y precio en los servicios de banda ancha. En penetración del servicio banda ancha móvil (líneas por cada 100 habitantes), a diciembre de 2017 México se ubicó en el lugar 34 de 37 países de la OCDE.
En términos de velocidad, muestra un comportamiento similar, pues de acuerdo con el estudio de Akamai, “State of the Internet 2017”, al elaborar un ranking de las velocidades de conexión observadas en 74 países, se observó que la velocidad de descarga media a nivel internacional fue de 10 Mbps.
«México se encuentra por debajo de esta cifra registrando una velocidad de descarga de 7.5 Mbps, situándose en el lugar 51 de 74 países analizados. En términos la velocidad promedio de descarga, los datos indican que en México es de 7.1 Mbps frente al promedio de 14.1 Mbps en los países de la OCDE».
Dicho estudio identificó las zonas Centro Este, Centro Occidente y Noreste, como las más atractivas del país para hacer negocio al contar con 43.20 por ciento, 17.89 por ciento y 9.16 por ciento de la población del nicho, que en promedio está dispuesta a pagar 298.46 pesos adicionales a lo que actualmente paga por un servicio de BAM por el doble de velocidad.
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