Ante la creciente necesidad de las comunidades rurales e indígenas por definir formas de apropiación tecnológica que les permitan acceder a los beneficios que se logran a partir del acceso, uso y apropiación de las herramientas de la comunicación y las telecomunicaciones, nació el Centro de Investigación en Tecnologías y Saberes Comunitarios (CITSAC).
El CITSAC, cuya presentación oficial se realizará el sábado 29 de junio en el Laboratorio de Tecnologías El Rule, es un espacio de producción de conocimiento propio, creación de capacidades e incidencia política que promueve y refuerza procesos de comunicación y telecomunicaciones comunitarias e indígenas en el mundo.
“A partir de varios años de acompañamiento a experiencias de comunicación comunitaria y telecomunicaciones comunitarias e indígenas, así como el desarrollo de diferentes proyectos de investigación aplicada en conjunto con estas experiencias, hemos detectado que para que estos procesos tengan éxito en el tiempo y puedan ser sostenibles, se requiere que las propias comunidades sean quienes propongan, adapten y mantengan los proyectos de comunicación y telecomunicaciones en sus propios términos”.
A través de este mecanismo de apropiación, se logra un mayor compromiso de los diversos actores que hacen posible estas experiencias; sin embargo, para el desarrollo de los proyectos se requiere de una constante vinculación entre las propias comunidades con especialistas en desarrollo tecnológico y la promoción de políticas públicas que faciliten y promuevan este tipo de procesos a partir de la sistematización y generación de proyectos de investigación que los potencialicen.
En el contexto del lanzamiento del centro, se realizará la proyección del documental Shash Jaa’: Bears Ears, y se presentará la Guía para el Diseño de Estrategias de Comunicación para la Defensa del Territorio y del reporte Redes Comunitarias en América Latina: Desafíos, Regulaciones y Soluciones.
El CITSAC es un proyecto que parte de la unión de Redes por la Diversidad, Equidad y Sustentabilidad A.C. (REDES A.C.) y Rhizomatica; la primera trabaja en cuatro áreas sustanciales de apoyo a este tipo de proyectos: un área legal e incidencia política, formación, apoyo a redes comunitarias e investigación.
Por su parte, Rhizomatica es una organización que ha apoyado en desarrollo tecnológico de procesos de conectividad rurales en México y otros países de América Latina y África, creando la primera red de telefonía celular comunitaria en el mundo en Oaxaca, México.
“A pesar de ser dos las organizaciones que colaboran directamente en el CITSAC, para su funcionamiento es indispensable la vinculación de las comunidades con otras organizaciones, universidades, centros de investigación, instituciones gubernamentales, organismos internacionales y otros actores que brindan conocimientos y experiencia en procesos y procedimientos puntuales que se requieren en la creación y funcionamiento de estos proyectos. Por ello, buscamos generar este vínculo constante de los diversos actores a través de procesos de investigación, formación y producción de conocimiento propio”.
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