Hacia 2020 sector móvil aportará 3.8% del PIB.
Para integrar completamente a México en la economía digital, es fundamental que la política pública en materia de telecomunicaciones del próximo presidente de la República garantice al sector privado los incentivos que les permitan mantener y aumentar el ritmo de inversiones destinadas a la sostenibilidad de las redes y a la innovación.
De acuerdo con datos de la GSMA, el crecimiento en el consumo de datos y en el número de los dispositivos conectados requerirá que las futuras redes tengan 20 veces más capacidad de la que tienen en la actualidad; sin embargo, para que una red sea sostenible, los operadores móviles deben destinar altos niveles de inversión en el mantenimiento y expansión que les permita respaldar la migración hacia tecnologías que ofrezcan más velocidad de conexión y calidad de los servicios actuales y futuros.
«El sector móvil en México aportará aproximadamente 3.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) total para el año 2020; en el mismo sentido el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), estima que para el periodo 2016-2020 hará falta 12.8 mil millones de dólares en inversiones».
En el contexto de foro «Aportaciones de la Industria Móvil a la Agenda Digital de México», organizado por la Anatel y la GSMA, los directivos de los principales operadores móviles en el país: Telcel, AT&T, Telefónica y Altán Redes coincidieron en la necesidad de contar con políticas públicas que promuevan las inversiones hacia una economía digital.
Alejandro Cantú, director jurídico y de asuntos regulatorios de América Móvil dijo que el principal insumo de la economía digital es la conectividad y para que ese elemento exista es necesaria la existencia de redes de nueva generación y alta capacidad.
«El soporte de toda esa economía digital son las redes. La inversión es como el amor, funciona a base de incentivos de diferente tipo como la seguridad jurídica, leyes que la acompañen para poder desplegar a un ritmo acelerado, tener condiciones de financiamiento adecuadas y un marco regulatorio predecible para determinar si es conveniente invertir en determinado país o no».
En opinión de Troy Hatch, vicepresidente del área legal de AT&T México si bien es posible contar una serie de logros regulatorios que han incentivado la competencia en beneficio de los usuarios en términos de precios, calidad y cobertura, es fundamental contar con políticas públicas que permitan mantener la confianza necesaria para invertir.
«Ha habido logros pero lo que falta es mucho más grande que lo que AT&T ha podido lograr hasta ahora, como industria estamos empezando, somos competidores pero coincidimos en las políticas que necesitamos, que cuando se piensa en lanzar un producto nuevo se pueda recuperar algo de la inversión que se planeó durante mucho tiempo».
Por su parte, Fernando Bellido, director de Despliegue de Altán Redes dijo que el mercado mexicano otorgó a la empresa un marco regulatorio con certidumbre, lo cual no sólo impulsó su interés por la Red Compartida, sino también llevar a buen puerto el primer objetivo marcado en términos de cobertura.
«Pensamos que nuestro modelo de despliegue de inversiones es disruptivo en el sentido que en lugar de invertir de manera directa hacia una infraestructura que sea utilizada de manera exclusiva por este consorcio, básicamente estamos bajo la sombrilla de la Red Compartida».
Miguel Calderón, vicepresidente de regulación de Telefónica México coincidió en la necesidad de contar con un ambiente de certeza efectiva pues además de que el tren de la economía digital es imparable, México no debe dejarlo pasar.
«La economía digital es totalmente transversal y toca todos los sectores, sino tenemos esa plataforma digital para poder movernos a la nueva industria 4.0, al gobierno digital y las sociedades conectadas, vammos a perder competitividad y productividad, y eso se traduce en inversiones».
Para el directivo, los operadores de telecomunicaciones enfrentan el desafío de evolucionar hacia un modelo basado en la proveeduría de datos y conectividad; sin embargo, para que ésta exista es necesario sostener planes de inversión garantizados en la certeza jurídica y las reglas claras.
Por su parte, Sebastián Cabello, director regional de GSMA América Latina, enfatizó que el próximo gobierno tendrá la oportunidad de decidir cómo participará México en la nueva economía del conocimiento digital, y con ello capturar todos sus beneficios.
«La industria de las telecomunicaciones desempeñará un papel clave brindando la conectividad fundamental para que todo suceda. El ecosistema de telecomunicaciones ha proporcionado los medios para el acceso, la interconexión de redes y la implementación de nuevos servicios y aplicaciones».
Es claro, dijo, que la inminente disponibilidad de tecnologías como la Quinta Generación (5G) de la tecnología móvil, el Internet de las Cosas, la inteligencia artificial, la computación en la nube, la analítica de datos, el blokchain y la robótica avanzada, cambiarán dramáticamente la forma en que vivimos, trabajamos e interactuamos.
C$T-GM