Necesario acabar con estereotipos.
En un entorno moderno y en vías de la Cuarta Revolución, las mujeres siguen enfrentando un «techo de cristal y un suelo pegajoso», pues su presencia y participación activa en puestos de liderazgo y toma de decisiones en sectores clave como las telecomunicaciones, la ciencia, los medios de comunicación y las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TICs) aún es mínima.
Al presentar ConectadasMX, Adriana Labardini, ex comisionada del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), refirió que esta red nace con la preocupación común de 32 mujeres líderes que ven la persistente desigualdad de género que prevalece en ámbitos como el privado, público, el académico y social.
En ese sentido es fundamental identificar las barreras, culturas corporativas, prácticas laborales y sesgos que impiden la igualdad efectiva entre hombres y mujeres en el ámbito laboral, específicamente en lo relacionado a la ausencia o escasa presencia de la voz y voto de las mujeres en los órganos de gobiernos, paneles, congresos, debates y foros especializados en donde están subrepresentadas y enfrentan estereotipos y roles sexistas.
«Seguimos enfrentando los techos de cristal y los pisos pegajosos. ¿Por qué en pleno siglo XXI perdura esta discriminación? creemos que los cambios culturales nos cuestan a todos, hay resistencias y miedos pero lo primero es cobrar conciencia individual y colectiva de que hemos crecido y aprendido en una sociedad machista y desigual, tanto hombres y mujeres hemos ido aceptando a veces inconscientemente sesgos, estereotipos y roles vetustos que siguen presentes en el entorno doméstico y laboral».
La abogada especializada en telecomunicaciones y radiodifusión dijo que si bien es de reconocer los avances realizados, especialmente en el marco jurídico, éstos aún son insuficientes para que México cumpla en el corto plazo, tal como se comprometió al asumir la igualdad de género como uno de los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por su parte, María Elena Estavillo, comisionada del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) refirió que de acuerdo con el Índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial en el año 2016 México ocupaba el lugar 66 de 144 países; sin embargo, un año después el país retrocedió al lugar 81.
«Esta regresión se da por la menor proporción femenina de profesionales y trabajadoras técnicas, por una mayor brecha de salarios y por un muy preocupante lugar 124 de 144 en participación y oportunidades económicas para las mujeres, en este indicador México perdió dos lugares en el último año. La OCDE nos confirma que se está dando un incremento en la brecha salarial en México».
La también integrante de la red conformada por una treintena de mujeres que ocupan en la actualidad diversos puestos directivos, ejecutivos y de toma de decisiones en empresas, entidades de gobierno, academia y organizaciones, destacó que si bien México ocupa el lugar 34 en el subíndice de empoderamiento político, este desempeño se debe en gran parte al establecimiento de cuotas de género.
En el aspecto económico, añadió, «la pobreza aún tiene cara de mujer», pues de acuerdo con datos de la CEPAL, por cada 100 varones en esta condición se encuentr a 118 mujeres; en México, sólo 6.5 por ciento de los empleos de mayor productividad están ocupados por mujeres, lo cual colo al país por debajo del promedio de América Latina que es el 7.7 por ciento.
«Un estudio de Credit Suisse que da seguimiento a 3 mil empresas en el mundo, encuentra que sólo 3.9 por ciento tenía directoras ejecutivas. En América Latina, representado en este estudio por Brasil, Chile y México se da el porcentaje más bajo de todas las regiones con el 1.0 por ciento».
En algunos paises de la región ha aumentado la proporción de cargos directivos; sin embargo, en unos pocos países entre los cuales está México, se ha registrado una disminución. En Latinoamérica las mujeres participan sólo en 8.0 por ciento de los comités ejecutivos de las empresas y sólo en 5.0 por ciento de los consejos de administración.
Desde el 2009, Morgan Stanley ha dado seguimiento a la participación de mujeres en las juntas directivas de empresas que cotizan en bolsa en el mundo y se encontró que de una muestra de 4 mil 218 empresas en 2015, la participación femenina fue de sólo 15 por ciento.
«En nuestro sector vemos una participación femenina particularmente baja, en telecomunicaciones tenemos 23 por ciento de empleadas mujeres, y también vemos con preocupación que las últimas cifras del IFT hubo un retroceso en este porcentaje».
En el ámbito académico, añadió, es notoria la desigualdad pues al analizar el caso de la UNAM como un ejemplo se encuentra que si bien 42.2 por ciento de su plantilla son académicas únicamente 26.9 por ciento llega a nombramientos de titular C, y de éstos menos de 20 por ciento se encuentra en áreas de investigación científica.
«Hay barreras que obstaculizan este desarrollo, unas las podemos identificar como una segregación horizontal que se da por áreas donde es muy evidente que hay mayor participación de mujeres en ciertas áreas del conocimiento pero muy baja en otras, y también hay una segregación vertical donde vemos un menor acceso femenino a puestos de mayor nivel académico y de toma de decisiones y también en cuanto al otorgamiento de distinciones, premios y reconocimientos».
La funcionaria añadió que en la máxima casa de estudios del país, sólo 35 por ciento de los puestos de investigación los tienen las mujeres y en la categoría más alta únicamente 27 por ciento de titulares de investigacion pertenece a la población femenina.
«El reconocimiento de investigadora emérita otorgado desde 1941 se ha dado sólo a 13 por ciento de mujeres, en centros de investigación y facultades en ciencias sociales y humanidades, hasta el día de hoy no se registra una sola mujer emérita. En la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales sólo se ha contado con una directora en toda su historia. La UNAM todavía registra dependencias que no han tenido ninguna mujer directora, y esto es sólo un ejemplo de la situación que vemos en el ámbito académico».
En el sector social vinculado con las comunicaciones electrónicas se puede ver que en 2014 la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMAC) reportó contar con 4 mil radios comunitarias en 130 países, de las cuales sólo una de cada cinco era dirigida por una mujer, y en la actualidad, las cifras del IFT señalan que menos del 5.0 por ciento de las concesiones otorgadas para telecomunicaciones y radiodifusión pertenecen a mujeres.
«Estos y muchos otros estudios revelan que en el mundo laboral mexicano y de toda nuestra región hay mucho por hacer en pro de la igualdad de género, en los cargos y en las responsabilidades más altas de nuestra industria».
C$T-GM