México debe participar en reuniones y discusiones internacionales.
Desde 1906, México participa en las actividades organizadas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y con su presencia activa en foros, reuniones y discusiones en el ámbito mundial ha ganado un prestigio que ha sido clave para el desarrollo del sector nacional de las telecomunicaciones, una característica que debe ser considerada en el plan de austeridad que implementará el nuevo gobierno federal.
En opinión de Fernando Borjón Figueroa (@Fer_Borjón), director del Organismo Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones (Promtel), la austeridad es un aspecto fundamental que debe estar presente en cualquier gobierno; sin embargo, existen sectores clave como el de las telecomunicaciones en donde se debe privilegiar el beneficio que se obtiene cuando representantes nacionales asisten a encuentros internacionales de alto nivel.
La presencia de México en discusiones técnicas como las que organiza la UIT (desarrollo de estándares, integración de nuevas tecnologías, gestión del reparto del espectro de frecuencias radioeléctricas y de órbitas de los satélites, así como asesoramiento y asistencia técnica) más que un gasto, es una inversión que tiene el potencial de atraer más recursos financieros al país.
«Cuando una o varias empresas tienen interés en desarrollar cierta tecnología o se está dando una discusión sobre el uso de frecuencias, los países que forman parte de la UIT lo discuten y lo deciden; si México no asiste no puede plantear su posición o una excepción, legalmente no puede reclamar protección si lo que se decidió no conviene al país, esto puede generar un daño permanente porque no hubo alguien ahí para manifestar la posición nacional».
Fernando Borón, quien fue comisionado en el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en el periodo 2013-2016, tiene una vasta experiencia en el ámbito internacional, especialmente en la UIT, donde fungió como presidente de la Conferencia de Plenipotenciarios que se realizó en Guadalajara en 2010; además de 2010 a 2012 fue presidente del Consejo de la UIT y en 2016 presidió el Grupo de Expertos del Reglamento de Telecomunicaciones del mismo organismo internacional.
La UIT, organismo especializado en telecomunicaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), basa su operación en el principio de la cooperación internacional entre los gobiernos (en la actualidad 193 Estados Miembros) y el sector privado (Más de 700 miembros de sector, asociados e instituciones académicas); la permanencia de cada uno se paga en unidades contributivas equivalentes a alrededor de 330 mil francos suizos.
Los tres ámbitos de actividad de la UIT se dividen en los sectores: Desarrollo, Normalización y Radiocomunicaciones, los cuales desarrollan su labor regulatoria a través de conferencias y reuniones que se pueden realizarse en su sede ubicada en Ginebra, Suiza o en alguna de las 12 oficinas regionales y de zona que tiene en diversos países.
«En estas reuniones se ve una gran cantidad de temas y hay países como China que no llevan a una o a dos personas, por ejemplo en la conferencia de radiocomunicaciones pueden tener más de 50 personas que hacen un trabajo muy intenso verificando y revisando todo para que no haya una bola rápida que se les pase».
Si bien la tecnología actual permite la transmisión vía streaming de las conferencias y puede haber trabajo que se puede realizar a distancia, el contacto y el diálogo personal es clave para proponer soluciones a los múltiples temas que surgen en materia de telecomunicaciones y que conllevan una serie de intereses por parte de países y empresas.
«Hay quien dice que mucho del trabajo que se hace en estas reuniones se puede hacer a distancia, es cierto, pero en mi experiencia muchas veces las soluciones no están en las salas y se encuentran en el diálogo con otros representantes de países y empresas, gracias a eso se puede entrar al Pleno a hacer propuestas concretas, recordemos que todos los países tienen intereses».
Para Borjón Figueroa, el valor de los recursos humanos destinados a participar en reuniones de alto nivel como las que se realizan en la UIT no radica sólo en la ostentación de títulos universitarios, sino en el conocimiento y la experiencia adquirida a lo largo de los años.
«Si alguien dice que es necesario ser muy austero y eso implica dejar ir a la gente que tiene la experiencia, no sería raro ver que en los foros internacionales no se tienen los resultados obtenidos en todos estos años en los que México se ha ganado un prestigio».
Al ser miembro de organismos multilaterales especializados como la UIT, México obtiene importantes beneficios para el sector doméstico de las telecomunicaciones porque además de contar con información de primera mano, tiene la oportunidad de participar en las discusiones y decisiones que se toman a nivel mundial y que tienen una repercusión directa en las inversiones nacionales.
«Un ejemplo de ello es cuando el IFT tiene la oportunidad de participar en reuniones como la que se realizó hace unas semanas de un grupo que analiza las frecuencias que se van a utilizar no sólo para 5G, sino 6G y todo lo que venga; con esa información se aprovechan las ventajas a muy buen tiempo, esto define pasos importantes como cuándo sacar una licitación, qué apetito puede tener el mercado y con todo eso dar un mejor aprovechamiento de los recursos».
El funcionario consideró importante que el plan de austeridad del próximo gobierno no tenga un impacto negativo en la necesaria presencia de México en foros de alta especialización, y sobre todo que como país no pierda el prestigio ganado a través de los profesionales que realizan un trabajo invaluable en materia internacional.
«El prestigio se construye con los años y se puede tirar en un segundo si no se cuida bien que las personas que tienen capacidad, profesionalismo y experiencia probadas sigan haciendo su trabajo, no hacerlo puede afectar las inversiones y todo por un ahorro mal enfocado. Hay lugares en donde definitivamente hay que estar. Una comisión internacional no se puede entender como un paseo, se trata de obtener resultados llegar acuerdos, establecer negociaciones».
Un ejemplo de ello, refirió, es la estupenda relación que México tiene con Estados Unidos en materia de telecomunicaciones, que ha sido posible gracias a la confianza generada a lo largo del tiempo y que es un elemento que debe conservarse e institucionalizarse con una visión clara sobre la importancia del sector telecomunicaciones para el desarrollo del país.
«Si hay un funcionario que no entienda la importancia de una nueva tecnología o el avance de un cierto tipo de estandarización en el uso del espectro, por ejemplo, y lo rechaza el impacto es muy grande porque si hay una empresa que tenga interés de invertir en el país y no encuentra la apertura y las condiciones se irá a otro lugar, las empresas están en donde ven un futuro promisorio».
C$T-GM