Tecnología también es fuente de nuevos empleos
En América Latina y el Caribe existen alrededor de 5 millones de conductores de auto que constituyen casi el 6.0 por ciento de la fuerza laboral; a medida que nos adentramos en la Cuarta Revolución Industrial esta ocupación se coloca como un ejemplo claro del impacto que las nuevas tecnologías tendrán en el mercado laboral.
“En 2004, los estudios concluían que era imposible automatizar la principal tarea en la ocupación de conductor: conducir. Sin embargo, apenas cinco años más tarde, empezaron a circular los primeros automóviles autónomos en Estados Unidos ”, señala el estudio El Futuro del Trabajo en América Latina y el Caribe.
El documento refiere que de acuerdo con diversos expertos en menos de 10 años la fabricación de vehículos autónomos será rentable, lo que provocará que se usen a gran escala como vehículos comerciales .
“Por esta razón, en un corto espacio de tiempo, la ocupación ha pasado de ser considerada manual no automatizable a ser clasificada entre las ocupaciones con una mayor probabilidad de automatización ”.
El estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) subraya que en los países desarrollados, la introducción de la computación favoreció a los trabajadores de mayor calificación y salario.
“En estos países, las personas trabajaron de la mano con la tecnología, y se potenciaron con la misma, ganando en productividad y remuneración. Esto no ocurrió, o lo hizo en menor medida, en América Latina y el Caribe por razones que todavía no están claras”.
En la Cuarta Revolución Industrial, la Inteligencia Artificial (IA) aumenta el potencial de sustituir tareas tanto para trabajadores de menor calificación como para trabajadores altamente calificados en un creciente conjunto de ocupaciones.
Así, en la actualidad existen algoritmos de IA que pueden generar diagnósticos, tomar decisiones de inversión o examinar antecedentes legales con mayor precisión y rapidez que los humanos. Todo ello contribuye a aumentar la incertidumbre y la ansiedad acerca de si las personas se volverán irrelevantes en el mercado laboral del futuro.
“Si la historia sirve como ejemplo, la destrucción de empleos producto de la tecnología vendrá acompañada de la creación de otros nuevos, tanto en ocupaciones existentes como en otras difíciles de imaginar”.
A lo largo de la historia, la introducción de nuevas tecnologías ha creado riqueza, que a su vez ha generado una mayor demanda de bienes y servicios. Esto se ha traducido en un crecimiento del trabajo, particularmente en aquellas ocupaciones difíciles de automatizar, como es el caso de muchos servicios.
“La tecnología también ha sido una fuente de nuevos empleos. Hace apenas 15 años no existían ocupaciones como pilotos de drones, gestores de redes sociales o expertos en datos masivos, profesiones que están creciendo rápidamente”.
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