«No deben ser satanizados».
El gusto por los videojuegos en línea no es nocivo para los niños, por el contrario permite el desarrollo de habilidades cognitivas, siempre y cuando los padres establezcan horarios y vigilen que esta diversión no intervenga en actividades prioritarias como estudiar, convivir con amigos y realizar algún deporte.
“Los videojuegos son como las monedas: tienen dos caras. “Hay estudios que muestran que quienes optan por ese tipo de juegos tienen una mejor toma de decisiones y mejor reacción ante problemas o eventualidades, mientras que quienes abusan de ellos o no tienen clara la realidad en la que viven, pueden desarrollar una conducta antisocial o patológica, por lo que es importante no satanizarlos”, afirmó Hugo Sánchez Castillo, investigador del Departamento de Psicobiología y Neurociencia de la UNAM.
A partir del año 2000, con la masificación de los teléfonos inteligentes se intensificó el uso de esos juegos entre niños, adolescentes y adultos, sin duda un sano entretenimiento que desarrolla la memoria y habilidades cognitivas; “su adicción que pueda causar problemas patológicos depende de muchos factores entre ellos si la persona tiene deficiencia en los receptores del sistema dopaminérgico”.
“Para un uso favorable de esos juegos los padres deben utilizar un criterio basado en la observación del niño o adolescente. Por ejemplo, si dejan de salir con los amigos, de comer o no rinden en la escuela por esta situación, entonces son un problema, pero si hacen sus actividades y logran diferenciar la realidad de los videojuegos y establecer horarios, no hay ningún conflicto”.
Para el investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM, la buena aplicación de los videojuegos ha permitido que niños y adultos con discapacidad o Alzheimer desarrollen destrezas y habilidades, pues son un mecanismo para repasar la memoria y recuperar funciones.
En los próximos meses la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicará un diagnóstico de la adicción a los videojuegos que permitirá revolucionar esta industria pues se prevé impulsar más los temas didácticos vinculados a la salud y el esparcimiento, una vez comprobado que su uso adecuado es saludable para desarrollar habilidades cognitivas.
Sánchez Castillo, precisó que efectivamente los videojuegos representan una industria millonaria y los desarrolladores buscan que los jugadores se enganchen con temas incluso bélicos, pero por ello, en el caso de los niños, los padres deben estar atentos para evitar que se abuse de ellos y que los contenidos correspondan a los grupos de edad para los que fueron creados.
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