Impulsan desarrollo de habilidades socioemocionales.
Los videojuegos pueden ser una poderosa herramienta pedagógica para potenciar los aprendizajes no solo en contenidos tradicionales, sino en la formación de habilidades socioemocionales y digitales, clave para desenvolverse en las sociedades del siglo XXI.
“Algunos estudios han mostrado que los videojuegos tienen efectos positivos sobre la atención y la posibilidad de realizar tareas simultáneas. Igual pueden afectar positivamente el tiempo de reacción, la velocidad de procesamiento y reducir los niveles de estrés”, refiere el informe Los videojuegos no son un juego: Los desconocidos éxitos de los estudios de América Latina y el Caribe.
El documento elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), subraya que algunos videojuegos -por ejemplo, aquellos donde el usuario tiene que disparar- pueden afectar positivamente las habilidades visuales y espaciales que se relacionan con mejores resultados en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Por ejemplo, los videojuegos exponen a los jugadores a nuevas tecnologías, pudiendo en la práctica mejorar sus niveles de alfabetización digital. Los juegos que motivan alguna respuesta física para avanzar, llamados exergames (combinación de las palabras ejercicio y juego en inglés), como las famosas consolas Wii o el controlador de juego Kinect, podrían mejorar partes de la función ejecutiva relacionadas con la facilidad de cambiar de tareas, la flexibilidad y el control inhibitorio, así como la capacidad de atención y las habilidades visoespaciales, incluso si la intensidad de juego no es alta.
Los videojuegos están relacionados también con el desarrollo de habilidades del presente como la creatividad o la capacidad para resolver problemas. La estructura de los videojuegos implica muchas veces encontrar respuestas o realizar maniobras para avanzar a lo largo del juego.
“El proceso de experimentación de prueba y error para sobrepasar los obstáculos igual puede impactar la capacidad para resolver los problemas. Existe una evidencia que vincula estos procesos de aprendizaje basados en la experimentación con mejores resultados académicos”.
La perseverancia y la motivación pueden verse asimismo impactada positivamente, porque en los videojuegos se adquieren recompensas por el esfuerzo de resolver pruebas, avanzar a través de los diferentes niveles, etcétera
“El siglo XXI ha venido acompañado de transformaciones y cambios acelerados, muchos de ellos relacionados con la disrupción tecnológica. Los individuos se desenvuelven en entornos cada vez más dinámicos que demandan tanto un aprendizaje activo y continuo como la adquisición de habilidades no tradicionales necesarias no solo para el trabajo, sino para la vida en general”.
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