¿Cuántos de ustedes siguen viendo televisión de paga de forma tradicional, es decir por cable o satelital?
Bueno pues, déjenme contarles que después de varios años de haber sido un “Cord Cutter”, tuve un momento de impulso y “regresé”, sí, entre comillas, a la forma tradicional de ver televisión.
En realidad no regresé, porque aunque el servicio que contraté tiene una oferta de 200 canales lineales (de esos que no puedes pausar, regresar o adelantar), 60 de ellos en HD, nos dimos cuenta en casa que al sentarnos frente al televisor no ponemos ninguno de ellos y siempre buscamos contenido on demand en las apps como Netflix, Prime Video, y hasta Youtube.
Pero no me juzguen. Hay una poderosa razón por la cual decidimos contratar ese paquete y es seguramente por la que muchos caímos en la tentación.
No, no son los canales para ver la temporada completa de la NFL, las Grandes Ligas o la Champions League. Menos los canales de películas.
La principal razón por la que contratamos el servicio con todos esos canales es porque me ofrecieron un avión: ¡100 megas de velocidad de internet!
La banda ancha se ha convertido en la mejor carnada de las cableras para pescar a los usuarios, y además han hecho buen negocio al venderla en paquetes, que hoy hasta incluyen servicios de streaming como Netflix. Eso sí que es atractivo.
Pero acompáñenme en la lectura para hacer cuentas juntos y ver qué conviene más al bolsillo, si el paquete con TV tradicional o por separado con apps de streaming.
El paquete que contraté incluye 100 megas de velocidad (con fibra óptica), 200 canales lineales (60 en HD), Netflix Premium, Blim (que nunca abro), una línea telefónica fija (que tampoco utilizo), los canales de Fox Premium, y su app Go que me da acceso a la programación lineal desde mis dispositivos móviles. Todo ello cuesta mil 200 pesos mensuales.
Pero ¿cuánto hubiera gastado si compro por separado los servicios que realmente consumo, a través de aplicaciones de servicios por streaming?
En primer lugar, el servicio de internet con 100 megas de velocidad me costaría 550 pesos mensuales.
De los 200 canales lineales que me da mi cablera, los únicos que realmente veo son los de deportes. Una buena opción para sustituirlos sería contratar Direct TV Go, que también me ofrece todos los canales deportivos que veo, más muchos otros de diferentes temáticas. Cuesta 347 pesos al mes.
El paquete Premium de Netflix cuesta 266 pesos y ni siquiera utilizo las 4 pantallas. Sólo lo contrataría porque me gusta ver películas y series en 4K.
Sumemos la suscripción a Prime Video que cuesta 99 pesos al mes.
Paremos de contar y sumemos: tener los servicios por separado me costaría mil 263 pesos mensuales, es decir, 63 pesos más que el paquete de mi cablera.
Pero ahora sí les voy a decir por qué no me gustó reconectar el cable:
Aunque pude ahorrar 63 pesos estoy acostumbrado a abrir apps en mi Smart TV, en la computadora, mi tableta y mi smartphone. Me gusta poder pausar, regresar o adelantar lo que veo, además de verlo en la recámara, la sala, en la cocina y hasta en la oficina en casa y no sólo en la sala.
Definitivamente me considero parte del equipo “Cord Cutter” y regresaré a éste en un año, cuando mi contrato forzoso finalice (que es otro tema, pues se supone en el papel que esas prácticas se habían terminado).
Y a todo esto, ¿tú de qué equipo eres, Cord Cutter o amante de la TV por cable?
C$T-GM