El Senador Germán Martínez resumió, en pocas palabras, la forma arcaica sobre cómo los legisladores quieren regular al internet y las plataformas digitales.
En un foro para discutir la iniciativa de regulación a las redes sociales, propuesta por Ricardo Monreal, el legislador Martínez soltó la idea de que extrañaba a las operadoras telefónicas que hacían la función de mediar cuando una persona le marcaba por teléfono a otra.
Justificó su postura a favor de regular las redes sociales con el argumento de que en éstas hay una economía de odio y clics contra la humanidad, por lo que debe haber una regulación que lo evite.
Incluso, Germán Martínez reconoció, ante especialistas de alto nivel en el sector: “yo vine a aprender”.
Ése es el nivel de conocimiento que tiene la mayoría de los legisladores sobre los temas digitales, pues se atreven a equiparar el funcionamiento de los servicios como redes sociales, que por cierto ya no son tan nuevos, con los sistemas antiguos como las llamadas telefónicas por operadora.
El asunto es que no sólo se atreven a mencionarlo, sino que plasman sus ideas arcaicas en propuestas legislativas que después se convierten en una realidad en ley.
En dicho foro organizado por el propio Monreal, prácticamente todos los expertos que participaron coincidieron en un rotundo NO a su iniciativa, y le hicieron ver con argumentos técnicos y legales cuál es la razón por la que su propuesta de reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión está mal sustentada.
Una de las razones principales, es que así como su colega Germán Martínez toma referencias de tecnologías del siglo pasado, la propuesta de Monreal lo hace también al señalar que las redes sociales utilizan el espectro radioeléctrico para ofrecer sus servicios.
El investigador de la UNAM, Raúl Trejo Delarbre fue muy ilustrativo al respecto: “Equivale a querer intervenir contenidos de noticieros de televisión porque el canal en el que se difunde el noticiero utiliza el espacio radioeléctrico que es propiedad de la nación”.
El ejercicio de Monreal al convocar al foro para que interesados e involucrados expresaran su postura es una acción necesaria, sin embargo, no debe ser la única ocasión, pues en tres mesas no se puede profundizar al respecto ni resolver el camino a seguir.
Por cierto, uno de los grandes ausentes en el foro fue uno de los directamente involucrados: el Instituto Federal de Telecomunicaciones, de quien no hubo ni un sólo representante para establecer su postura.
Y aunque participaron organizaciones como la Asociación de Internet MX, que agrupa al lado empresarial, también faltaron representantes de los otros involucrados: Twitter, Facebook y todas las redes sociales y servicios digitales.
El Senador Ricardo Monreal aseguró que tomarían en cuenta todas las sugerencias vertidas por los participantes del foro, sin embargo, ojalá que realice más convocatorias y abarque realmente a todos los involucrados en su propuesta.
No existe garantía de que así lo haga, y menos de que en la iniciativa realmente incluya las aportaciones de todos los participantes en la discusión, que más que discusión fue un acuerdo rotundo sobre lo fatal que pinta su propuesta de reforma.
C$T-EVP