WhatsApp es el canal de comunicación más usado.
El programa “Aprende en Casa” ejercido a nivel nacional, ha mostrado que no todos los estudiantes ni docentes han tenido oportunidad de sacar el mayor provecho de esta estrategia, debido principalmente a las desigualdades prevalecientes en el país, y porque la interacción ha implicado todo un desafío, sobre todo en zonas rurales con conectividad deficiente.
En una escala del cero al 10, la calificación otorgada al programa es de 7.2 entre la media de docentes de escuelas públicas de educación básica y media superior que respondieron las encuestas de la investigación «Educar en contingencia», coordinada por la Universidad Iberoamericana (UIA), sin embargo, esa cifra baja hasta 6.5 entre docentes de escuelas particulares.
El análisis realizado desde un enfoque pedagógico, psicológico y tecnológico, destaca la conectividad como uno de los elementos cruciales en la estrategia educativa de México, aplicada desde marzo de 2020 debido a la pandemia de Covid-19, y en la que la comunicación a través de la aplicación de mensajería WhatsApp ha sido la más utilizada.
La investigación reveló algunos “incidentes críticos”, por ejemplo, que la adaptación a la experiencia educativa remota es difícil para docentes, estudiantes y madres y padres de familia de zonas rurales con muchas necesidades económicas.
Es decir, “cuando se puede contar con un celular resulta que no hay señal, los datos de teléfono se agotan rápido, 60 por ciento no puede observar los programas de televisión por falta de señal, y las madres y padres de familia tienen poco tiempo para vigilar y apoyar a sus hijos(as) porque en la mayoría de las parejas ambos trabajan”.
De los docentes entrevistados de septiembre a diciembre de 2020, sólo 35 por ciento señaló que durante el cierre de las escuelas logró contactarse con 81 por ciento de sus estudiantes; 28 por ciento se comunicó con 60 por ciento o menos de sus estudiantes, y sólo 1.0 por ciento no conectó con ninguno de sus estudiantes.
Respecto a cuál ha sido el medio de comunicación y de trabajo más empleado por el profesorado de educación básica, 86 por ciento dijo que WhatsApp, 47 por ciento con el teléfono celular, 47 por ciento a través del correo electrónico, 42 por ciento por videoconferencia, 36 por ciento con un sistema de gestión de aprendizaje LMS (Learning Management System).
También entre 60 mil 52 estudiantes de primaria, 91 por ciento dijeron haber empleado más como medio de comunicación y de trabajo a WhatsApp, 41 por ciento la videoconferencia, 31 por ciento el correo electrónico, 35 por ciento el LMS, 19 por ciento teléfono celular y 7.0 por ciento Facebook.
Para «Educar en contingencia» se tomó una muestra de 50 mil 401 docentes de educación básica y media superior, de los cuales 38.41 por ciento pertenecen a un contexto urbano, 27.06 por ciento a uno urbano marginado, 21.22 por ciento a uno rural no indígena, 7.96 por ciento, rural indígena; 87.97 por ciento fueron de escuelas públicas y 10.34 por ciento de escuelas particulares.
Sylvia Schmelkes, vicerrectora académica de la Universidad Iberoamericana, señala que el impacto del confinamiento recaerá entre todas y todos los estudiantes, pero con diferente nivel de profundidad; si bien reconoce que hay cosas que se aprenden bien a distancia, el acompañamiento de un padre, madre o familiar es de suma importancia.
“Cuando se tiene acceso a internet; cuando no (se tiene acceso a internet), pero se tiene acceso a la televisión o al radio; cuando esto tampoco, pero se tiene un contacto indirecto o directo con los docentes y materiales educativos; y cuarto, cuando no se tiene nada de esto. Son estas cuatro condiciones prevalecientes en este México desigual y heterogéneo”.
C$T-GM