Evolucionar y reinventarse, el desafío.
En un mundo digitalizado no basta sólo con tener y manejar las nuevas tecnologías, pues hay un grupo de habilidades conocidas como “suaves o blandas” que han cobrado importancia y que serán esenciales para hacer frente a un entorno complejo y lleno de incertidumbre que ha dejado la pandemia, cuyos efectos en niños y adultos aún se desconocen.
“No es que pesen más las habilidades blandas que las duras, pero sí que ha tenido un cambio, una aumento, un ajuste; antes, lo que decía tu currículum a nivel técnico era lo que contaba, y si tu no sabías usar un software o tenías un nivel suficiente de un idioma la puerta se te cerraba automáticamente”, sostuvo Madián Morante, Head of Marketing & Communications en Everis México.
Las habilidades blandas son una combinación de habilidades sociales, de comunicación, aptitudes y capacidad de acercamiento con las personas que te rodean, que son adquiridas en el día a día, entre ellas saber trabajar en equipo, tener facilidad de palabra, creatividad, ser propositivo, liderazgo y resiliencia.
Hoy en día, abundó, los reclutadores de las empresas están dispuestos a elegir perfiles que tengan las habilidades suaves que buscan, aunque los conocimientos técnicos no estén fuertes; y están dispuestos a invertir, a pagar una maestría, posgrado o curso para lograr que esa habilidad técnica mejore.
No obstante, en esta coyuntura en la que millones de personas están viviendo una realidad sujeta a una evolución inestable, es un momento que necesita de adaptación y cambio. Y se puede trabajar en ello con las habilidades blandas, incluso con equipos remotos.
“En esta nueva normalidad las habilidades blandas se tienen que acelerar; si estás con un equipo a través de una plataforma zoom, platicando con ellos, si no tienes la habilidad blanda de una comunicación efectiva, como no los estás viendo, no los tienes enfrente para ver cómo mueven sus manos, nos perdemos de mucho lenguaje corporal es cuando tenemos que afinar nuestra escucha, cómo están moviendo sus ojos, necesitamos ser muy efectivos al comunicar”.
A través de un webinar, la especialista comentó que resiliencia es la primera habilidad suave que es clave en esta pandemia, para el corto y el mediano plazos, pues se trata de la capacidad para adaptarse para conseguir resultados positivos frente a situaciones adversas o complejas; además, el liderazgo, pero con una carga emocional, que tiene que ver con estar atento a las emociones y sentimientos del equipo o empresa, y busca el bienestar propio y de los demás.
La habilidad de comunicación, que tiene que ser empática, con lenguaje inclusivo y positivo, que genere intercambio de ideas y aterrice en acciones. “En la manera que nosotros podamos conectar afectivamente con alguien, la comunicación tendrá más probabilidad de ser exitosa”.
Entre ellas se encuentra también la habilidad de autogestión, que se trata de una estrategia a través de la cual la persona puede guiar el logro de sus objetivos con autonomía en el manejo de los recursos.
Puede utilizarse para ser capaces de “cambiar y adaptarnos efectivamente, como se vaya requiriendo, a esta nueva normalidad”; para identificar las prioridades y gestionar los recursos con los que se cuentan.
“En confinamiento, la autogestión es importante para mantener el balance de vida entre las obligaciones, el tiempo de esparcimiento, el tiempo para la familia y que todo se pueda dar de manera natural”.
Esas cuatro habilidades en particular son de gran ayuda para un contexto de cambio, destacó la especialista, quien recalcó que las crisis exigen evolucionar y hasta cierto punto reinventarnos, “que vayamos un paso adelante, que echemos mano de quiénes somos y de cierta forma ayudemos, en equipo, a mitigar este impacto que la crisis nos está trayendo”.
C$T-GM