Imprescindible la transformación digital del sistema educativo.
Las previsiones que apuntan a que la crisis de la pandemia del COVID-19 puede prolongarse o registrar rebotes en los próximos meses y sin el desarrollo de vacunas para prevenirlo, ni medicamentos que puedan atacarlo, el próximo ciclo escolar puede transcurrir bajo condiciones de aislamiento, con retorno al aula pero con mejores recursos online o recurrir a modelos híbridos que combinen la enseñanza presencial y la online, tal como sucede actualmente en el sistema de educación abierta.
«Lo cierto es que según la institución que se trate, ésta contará con sistemas y plataformas distintos para su comunidad. Algunos colegios y universidades han venido invirtiendo en sistemas, tecnología y capacitación para sus profesores desde hace años, mientras que otros apenas han entrado a este áspero terreno de la educación a distancia, algunos más a fuerza que convencidos de sus bondades», precisó Mario Sánchez, director de Latinoamérica de D2L.
Para el especialista aunque durante la cuarentena sanitaria muchas escuelas han recurrido a ofrecer cursos en línea, establecer un modelo de aprendizaje en línea requiere de planeación y muchos recursos tecnológicos, algo para lo cual no todos estuvieron preparados, quizá los objetivos de generar conocimientos y desarrollar habilidades en los estudiantes sean los mismos, pero las rutas para llegar a ello son distintas.
«El aprendizaje en línea demanda recursos tecnológicos y técnicos necesarios para atender, tanto a profesores como a los alumnos, además de contar con contenidos digitalizados y plataformas que faciliten la labor docente, desde lugares virtuales seguros para subir actividades y permitir la calificación y administración del curso, hasta sistemas fiables de videoconferencias».
Este modelo que exige un «Diseño Universal para el Aprendizaje», debe integrar múltiples vías para que los estudiantes se involucren con los contenidos, diversas maneras de comprobar que se generó el aprendizaje planeado; un esquema de comunicación transparente, empático, proactivo y consistente, para que los alumnos conozcan los apoyos que le ofrecerá la institución para mejorar la experiencia de aprendizaje.
Con el rumbo que ha tomado la crisis sanitaria, «nadie sabe en realidad cuándo se podrá regresar a una relativa
normalidad», por lo que es recomendable planear esquemas mucho más eficientes y eficaces de educación online para que ante escenarios inesperados como el provocado por el COVID-19 «ya no nos debería tomar desprevenidos», ahora hay tiempo para realizar una planificación e inversión de recursos y lograr una transición de un modelo de aprendizaje remoto de emergencia a una experiencia de aprendizaje cuidadosamente preparada.
«Habrá de considerarse, por ejemplo, el diseño de un curso híbrido flexible, que permite a los alumnos elegir el lugar -aula o en línea- y el momento -sincrónico o asincrónico- para participar en clase. Este diseño funciona a la perfección para un curso remoto y flexible, es decir, que se puede cambiar del aula a en línea, o viceversa».
En opinión del directivo la marcha forzada hacia la enseñanza online de los últimos meses, abre la oportunidad para impulsar la transformación digital del sistema educativo para mejorar la oferta de enseñanza-aprendizaje online de calidad y muy de la mano de la tecnología.
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