Trabajan en los sectores más golpeados por la pandemia.
La pandemia ha tenido un efecto diferenciado y de mayor afectación entre las mujeres, al tener este género una sobrerrepresentación en los sectores productivos más golpeados por el distanciamiento social, y más aún, porque su presencia en el sector salud es equivalente a dos tercios, lo que explica el mayor deterioro que ha tenido, tanto en el ámbito doméstico, laboral, en materia de ingresos y en los niveles crecientes de violencia en su contra.
En el contexto del foro #MuejeresEnLasPantallas, se destacó que los impactos económicos de género, suelen no ser tan visibles en los medios de comunicación, pues el desempleo que ya era crítico, con la pandemia se recrudeció, al pasar de 5.0 al 9.0 por ciento, teniendo un efecto mayor en las mujeres donde creció 19 por ciento, respecto al 10 por ciento observado entre los hombres.
Al participar en el foro, Giselle Pugliese de la Cruz, Asesora de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer de la República de Colombia, indicó que desde el inicio de la pandemia diversos organismos multilaterales como el BID, la OCDE, ONU Mujeres, la CEPAL y la OEA, anticiparon un impacto diferenciado de la pandemia, el cual recaería en el grupo más vulnerable que serían las mujeres, y como muchas de las brechas económicas que se habían logrado cerrar en los últimos 20 años, ahora amenazaban con retornar.
De tal forma que la principal amenaza que se ha tenido ha sido la pérdida del avance de género observado en las últimas dos décadas. La mujer está sobrerrepresentada en sectores como el comercio y servicios -justo los más golpeados por el distanciamiento social que impuso la pandemia de COVID-19- y porque en el sector salud a nivel global representan a dos tercios del total del personal ocupado.
En Colombia, pese a que las mujeres representan el 70 por ciento del personal que labora en el sector salud, no están ubicadas en puestos de liderazgo, lo cual es imperante revertir pues se necesita de la visión y sensibilidad de la mujer en estos niveles para que hayan decisiones con perspectiva de género, “aunque son mayoría, no deciden, es necesario que otros dejen de decidir por las mujeres”.
El desempleo elevado observado durante el primer trimestre del 2020, comprometió en forma importante el ingreso de las mujeres, lo cual se explica pues 70 por ciento de ellas laboran en los sectores más golpeados por el confinamiento sanitario, como servicios sociales, comercio (mayorista y retail), servicios empresariales, así como transporte, almacenamiento y comunicaciones.
El impacto en la economía digital no es muy distinto; de muchos es conocido que la pandemia aceleró la adopción de procesos de automatización y digitalización priorizando el trabajo remoto, lo que afectó a las mujeres, pues en el mundo tienen un menor acceso y apropiación de herramientas de Tecnologías de la Información lo que disminuyó la posibilidad de acceder a las nuevas oportunidades que abrió el mercado laboral.
La CEPAL anunció que al menos 107 millones de mujeres que estaban en condiciones de vulnerabilidad pasarían a condiciones de pobreza y que 82 millones ubicadas en situación de pobreza, pasarían a vivir en condiciones de pobreza extrema; fenómeno que también se replicó en materia de empleo, pues un porcentaje importante de mujeres en empleos formales recuperaron su trabajo pero pasaron a formar parte del empleo informal.
No menos relevante es la repartición de los cuidados del hogar, donde un porcentaje superior al 80 por ciento de las mujeres está dedicada a este tipo de tareas no remuneradas, además de invertir el doble del tiempo que los hombres destinan en las labores domésticas, lo que se ha denominado “pobreza de tiempo”, pues muchas mujeres dependen de dos o tres fuentes de ingreso y con la pandemia se vieron reducidas esas posibilidades.
Este problema es otra vertiente del desempleo pues la participación de la mujer en el mercado laboral ha decrecido en forma importante, no solo por los despidos observados, sino por las renuncias voluntarias registradas entre las mujeres, debido principalmente a la carga adicional de cuidados en el hogar que han tenido que enfrentar durante el cofinanciamiento sanitario, precisó.
Pugliese de la Cruz, indicó que ante este problema se creó el Consejo Empresarial de Mujeres Colombianas, quienes asesoran al Presidente en materia de políticas públicas con perspectiva de género, además de crearse una red de alcaldesas, que capacitan y asesoran a las mujeres emprendedoras.
C$T-EVP