Importante poder utilizar la información desde su origen.
En los últimos 18 meses el mercado del Big data en México presenta una evolución positiva «pasando del interés por conocer la tecnología a la demanda real», una vez que las empresas tienen más claros los beneficios que ofrece en el crecimiento de ventas, mejorar procesos de producción, dinamizar el mercado laboral o incluso en el ambiente gubernamental, así como eficientar la entrega de servicios básicos como salud y educación.
«El mercado mexicano presenta un ritmo de evolución muy similar a la observada en otros países de América, hay algunos sectores que avanzan más rápido que otros, pero en general presenta una dinámica que en Telefónica nos permite ver el mercado con optimismo y anticipar que este será un año positivo», aseguró Elena Gil Lizasoain, directora general de LUCA Data-Driven Decisions, Telefónica.
La especialista destacó que un tema relevante que se ha logrado superar es que las organizaciones comprendan que la importancia no está en el volumen de datos que generan, sino claramente en tener una diversidad de información y capacidad para procesarla, transformarla en insights y decisiones de negocio.
«Lo más importante para las empresas es saber qué información necesita, porque cada vez es mayor la cantidad que se genera, pero también cada vez más efímera, sobre todo con la llegada del Internet de las Cosas (IoT) que exige tomar decisiones inmediatas pues de lo contrario un negocio puede dejar de generar valor».
En opinión de la experta, en diversas ocasiones no es necesario almacenar toda la información generada, sino la posibilidad de poderla utilizar desde el origen, pues más que el volumen, lo que tiene impacto en una empresa, es tener una estrategia de datos, tener solo los necesarios y definir cuáles deben ser analizados y procesados.
«Hemos pasado la fase de almacenar todos los datos, al extremo de sólo analizar lo que nos es útil, es decir, saber para qué se quiere la información; no volvernos locos en tratar de almacenar todo, porque se pueden perder en un mar de datos, y porque todo eso tiene un costo, requiere tiempo y capacidad de análisis».
La directiva explicó que el uso del Big data en México se encuentra bajo un proceso evolutivo; arrancó con algunos sectores intensivos en el uso de estas tecnologías como es el financiero, seguros, telecomunicaciones y retail, pero ahora gradualmente esta tecnología se ha ido democratizando y hoy más industrias y productores de energía también han encontrado beneficios tangibles.
A través del IoT han utilizado muchas aplicaciones para incorporar datos con resultados muy rápidos, tal como es el caso de la educación, la salud, el gobierno, sectores que generan muchísima información y que pueden atender de mejor manera las necesidades de la sociedad, y en forma mucho más expedita.
Citó como ejemplo, el quehacer de Fundación Telefónica, y cómo a través del uso del Big data en la educación ha permitido adaptar la oferta para cada niño y darle exactamente lo que necesita, además de identificar con mayor precisión las profesiones y los empleos que tienen la mayor demanda por zonas geográficas, así como la oferta existente.
Es verdad que las grandes empresas son las que generan una mayor cantidad de datos, pero todo esto va evolucionando y hoy las pequeñas y medianas empresas ya pueden gozar del beneficio del Big data, con precios muy «escalables», es decir, soluciones donde se utiliza solo lo que se necesita y expandirlas de acuerdo al ritmo en que vaya creciendo la empresa.
La mayor utilidad del Big data está en la parte de generar ingresos, a través recomendaciones personalizadas y del momento más oportuno para la empresa, pero también en la identificación de fraudes analizando distintos patrones, el despliegue de infraestructura para que antes de realizar una inversión se tenga el retorno adecuado, conocer mejor al cliente.
A través de la sensorización de las líneas de producción se generan muchos datos útiles para la realización de un mantenimiento preventivo, identificar averías, optimizar turnos de trabajo, predecir demanda, es decir, un amplio abanico de beneficios que puede arrojar el uso del Big data y su eficiente y oportuno análisis.
C$T-EVP