Representan oportunidad para sector restaurantero.
Si bien el daño económico que la pandemia está provocando en el sector restaurantero es irreversible, en un país como México donde las familias destinan más de 35 por ciento de su gasto a alimentos y bebidas, se abre un escenario positivo para un modelo de negocio que cobra fuerza: las “cocinas fantasma”.
Las “ghost kitchens”, como se les nombró originalmente en Reino Unido hace ya algunos años, es un modelo utilizado por sitios donde se preparan pedidos de comida sin el servicio de restaurante, pues se trata sólo de puntos de elaboración y envíos a través de apps.
“Esta opción representa para un negocio restaurantero la oportunidad no solo de expansión, sino de grandes ahorros inmobiliarios y de otros gastos generales gracias a la implementación de la tecnología”, subraya ECSE eCommerce Summit & Expo.
En el artículo “Cocinas fantasma, una oportunidad de negocio basadas en apps y delivery”, ECSE señala que este tipo de establecimientos se ha hecho atractivo para emprendedores porque requiere una inversión mucho menor que un restaurante tradicional, ya que prácticamente solo se necesita una cocina, un cocinero, un producto y un convenio con una app como Uber Eats, Rappi, Sin delantal o Didi para arrancar el negocio.
En el último año, refiere, las “cocinas fantasma” se han popularizado en varios países de América Latina como México, Brasil, Argentina, Chile, Perú y Colombia, incluso algunas han logrado tal éxito que se han convertido en franquicias e incluso han abierto restaurantes físicos.
Para dimensionar a la industria restaurantera en México, ECSE expone que del total de negocios que operan en el país, el sector representa el 10.7 por ciento, según el Censo 2014 de INEGI.
“De ellos, los servicios de preparación de alimentos y bebidas para su consumo inmediato equivalen al 1.2 por ciento del PIB Nacional y el 50.3 por ciento del PIB turístico. Además, en los últimos 10 años este sector presentó una TCAC de 4.6 por ciento, luego de recuperar su dinamismo, tras un periodo complicado durante el 2009”.
Sin embargo, la pandemia provocada por el surgimiento del COVID-19 ha obligado al sector restaurantero a cambiar y modernizar sus estrategias de comercialización para continuar en el negocio y seguir sirviendo a sus consumidores, quienes en algunos casos debieron modificar sus patrones de compra ante la imposibilidad de poder salir como regularmente lo hacían.
C$T-GM