Retorno de inversión promedio es de 2.9 mdd.
La inversión en privacidad, que pasó de 1.2 a 2.4 millones de dólares de 2019 a 2020, se convirtió en un elemento esencial que generó beneficios cuantificables para las organizaciones que durante la pandemia adoptaron sólidas estrategias de protección de datos, y que junto con la ciberseguridad y certificaciones en la materia desempeñarán un papel clave en la recuperación de la crisis generada por la pandemia de Covid-19.
“El beneficio que las organizaciones vieron por el incremento en inversiones en privacidad creció 10 por ciento de 2019 al 2020, para promediarse en 2.9 millones de dólares. Es decir, hay beneficios concretos, financieramente medibles, que se están regresando en materia de inversión”, subrayó Mario de la Cruz, director senior de Asuntos con el Gobierno para Cisco Latinoamérica.
Al dar a conocer el “Estudio Sobre la Privacidad de los Datos 2021”, explicó que la adopción del teletrabajo y la necesidad de utilizar la información sobre la salud de las personas debido a la pandemia plantea muchos retos de transparencia y privacidad de datos para las empresas que pretenden cumplir la ley, detener la propagación y respetar los derechos individuales.
El 60 por ciento de las empresas reconoció que no estaban preparadas para los requisitos de privacidad y seguridad que implicó el cambio al trabajo remoto, y el 93 por ciento voltearon a trabajar muy de cerca con sus equipos de seguridad y privacidad para superar las preocupaciones de los usuarios, agregó.
El 87 por ciento de las personas, precisó, están preocupadas por la protección de la privacidad de las herramientas que utilizan para trabajar, interactuar y conectarse a distancia; sin embargo, ahora el 90 por ciento de las organizaciones informan de los indicadores de privacidad a sus directivos y consejos de administración.
De acuerdo con el estudio realizado a 4 mil 700 profesionales de seguridad y la privacidad en 25 países, hay un importante valor que se regresa a la compañía producto de las inversiones en esta materia, ya que el 50 por ciento de los encuestados tuvo entre 100 y 200 por ciento de retorno de inversión.
“Hay casos donde 7.0 por ciento de los encuestados recibieron retornos de cinco veces la inversión; es decir, de 500 por ciento el valor de la inversión en materia de privacidad”. En tanto, el 9.0 por ciento recuperó entre tres y cinco veces el valor invertido; el 19 por ciento entre dos y tres veces, y solamente el 15 por ciento recibió un retorno menor a una vez o menor al 100 por ciento.
Aclaró que dichos beneficios se vieron acompañados por un incremento en los presupuestos dentro de las organizaciones, por tres razones principales: por necesidades que no habían anticipado y que se presentaron a partir de la pandemia; porque muchas tuvieron que adaptarse a nuevas legislaciones en materia de privacidad o actualizaciones de las existentes, y porque hubo requerimientos por parte de sus clientes.
En efecto, refirió que la investigación ha revelado que existe un cambio en el mercado hacia la estandarización de la privacidad como un requisito no negociable a la hora de digitalizar y avanzar en los objetivos empresariales.
“Más de 130 jurisdicciones ya han aprobado leyes generales de privacidad, y casi el 80 por ciento de los encuestados consideran que estas leyes tienen un impacto positivo”.
Y es que, subrayó, tanto empresas como consumidores están viendo a las legislaciones en materia de privacidad como una medida para incrementar confianza en que sus datos serán tratados adecuadamente.
“El 90 por ciento de las organizaciones que entrevistamos dijeron que ellos no van a comprar productos o van a utilizar servicios de organizaciones que no les digan con claridad cómo van a ser usados sus datos y cuáles son sus prácticas en la materia”.
Al recordar las palabras del vicepresidente y director de privacidad de Cisco, Harvey Jang, De la Cruz expuso que “la privacidad es mucho más que una simple obligación por cumplir, es un derecho humano fundamental y un imperativo empresarial”.
C$T-GM