Impensable gobierno moderno sin uso de las TIC.
Si el nuevo gobierno en el ámbito federal, estatal y municipal no utiliza la tecnología como una palanca de modernización, el rezago de décadas que presenta hoy la operación de la administración pública, se hará mucho más profunda y mostrará la falta de voluntad política de las autoridades por superar esta brecha, pues la tecnología necesaria para elevar su operación e interacción con la sociedad ya está disponible.
Juan Pardinas, director General del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) aseguró que en México los tres niveles de gobierno se encuentran rezagados en el uso de nuevas tecnologías, las cuales hoy ya se encuentran disponibles para «tocar todas las dimensiones de trabajo relacionadas con la operación del sector público», como identificar las necesidades del sector productivo, la interacción con la sociedad y hasta la operación de programas gubernamentales.
La tramitología es solo una de las tantas ramas donde se requiere un modelo de gobierno moderno y disruptivo, pues cada trámite que se continúe realizando en forma presencial representa la pérdida de una oportunidad para hacer más eficiente y funcional su operación. La transformación digital que necesitan alcanzar los tres niveles de gobierno, es de la misma magnitud de la innovación que ha logrado Uber en el transporte y Google en la búsqueda de información.
«Las autoridades en los tres niveles de gobierno registran un rezago de décadas en el uso de información para proveer mejores servicios, en tener una mejor gestión interna y al mismo tiempo generar una relación más directa con rendición de cuentas a los ciudadanos, estamos rezagados y nos estamos rezagando más».
En opinión del experto, basta ver lo que está sucediendo no sólo en América Latina, sino en países como África en materia dinero electrónico, lo mismo que en la India con el uso de identificación a través de aplicaciones biométricas para la asignación de recursos o subsidios en diferentes programas de gobierno, en todo eso México se está quedando atrás de países sobre los cuales antes «teníamos una visión de soberbia y arrogancia porque les podíamos dar lecciones, pero ahora ya no».
En el país, universidades públicas como la UNAM o el Instituto Politécnico Nacional, generan talento en materia de programación que los gobiernos deberían aprovechar para la aplicación de sus programas, políticas públicas y gestión de datos y con ello mejorar su relación con los ciudadanos.
Al presentar el Índice de Competitividad Estatal 2018, Fátima Masse, Coordinadora de Proyectos del IMCO, aseguró que el desempeño de los gobiernos (en sus tres niveles) será clave, pues determinará el resultado de la competencia entre estados y ciudades por el talento y flujos de inversión, factores donde las entidades federativas del país en su conjunto deberán superar al menos algunos retos fundamentales.
En la elaboración del índice, dijo, se buscó detectar las ventanas de oportunidad que tienen los gobiernos federales y locales, principalmente los municipios donde es necesario identificar las responsabilidades que les compete a estas instancias, pues actualmente dependiendo de cada estado, pueden ser diferentes tanto en número como en exigencias, lo cual dificulta más su desempeño, si se considera lo limitado de los presupuestos y recursos humanos con los que cuentan algunos.
Destacó que el exceso de trámites se ha traducido en ventanillas para la extorsión, por lo que cualquier proyecto de mejora regulatoria, exige una disminución de tramites, además de establecer con claridad requisitos para la apertura y operación de un establecimiento mercantil, lo cual reduciría las posibilidades de extorsión burocrática que se observa entre las autoridades locales.
Asimismo se identificó como los operadores de agua potable son ineficientes y operan con un diseño institucional deficiente, pues no operan como empresas, no cubren sus costos de operación, no son transparentes ni rinden cuentas, y las tarifas de agua son determinadas por criterios políticos en los congresos locales, por lo que es imprescindible crear operadores metropolitanos y fijar tarifas que reflejen costos de operación.
En materia de seguridad, una de las principales preocupaciones de la población, destaca la falta de coordinación entre estados y Federación para afrontar este problema, lo cual está asociado al incremento de la violencia, por lo que es necesario recurrir a una coordinación local para evitar impactos por la fragmentación administrativa de las zonas metropolitanas del país, además de establecer la operación de policías estatales y municipales profesionales y respetadas.
Otro factor no menor es eliminar el manejo discrecional del Ramo 23 y del denominado «fondo de moches», para que las transferencias federales se asignen a cada estado en forma objetiva, transparente y determinada por los alcances y resultados que arrojen del ejercicio de buenas políticas públicas, de transparencia y rendición de cuentas, además de reconocer asimetrías regionales y establecer reglas de operación.
En opinión de la experta es imprescindible también buscar la inversión en energías renovables, que sería un buen negocio para los estados y el sector privado, así como eficientar la preparación académica y profesional de los recursos humanos con base en habilidades productivas debidamente actualizadas y acordes a la demanda del mercado laboral; sin dejar de lado la importancia de que los gobiernos estatales generen estadísticas de salud confiables para mejorar los estándares de calidad y satisfacción de la demanda.
C$T-EVP