Esquemas educativos y laborales deben actualizarse
En el mercado laboral, el arribo de nuevas tecnologías ha generado oportunidades de trabajo, pero también riesgos; un reciente análisis de la OCDE muestra que alrededor de 14 por ciento de los empleos en países que integran este bloque podrían ser automatizados, mientras que otro 32 por ciento podría experimentar cambios significativos, advierte Anthony Gooch, director de Asuntos Públicos y Comunicación de este organismo multilateral.
En su artículo «Velocidad, disrupción y futuro del trabajo: Está ocurriendo ahora pero, ¿estamos preparados?», aseguró que el impacto de estos procesos de automatización en el mercado laboral además de generar inequidades entre naciones, también ampliará las desigualdades de las condiciones del empleo entre regiones de una misma nación.
«Las desigualdades en el acceso y uso de tecnologías digitales por edad, género, educación y otros indicadores socioeconómicos implican que determinados grupos están mejor posicionados que otros para aprovechar los beneficios de las tecnologías digitales, particularmente en términos de oportunidades de empleo y ganancias. En países de la OCDE, casi 30 por ciento de las personas entre 55 y 65 años carecen de experiencia informática o han suspendido pruebas que valoran sus competencias básicas en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC)», precisó.
En opinión del especialista, las personas que ocupan los puestos de trabajo con mayor riesgo de automatización son los que presentan la menor calificación de mano de obra, al ser este grupo los que suelen tener poco acceso a la formación; en la OCDE sólo dos de cada cinco adultos participan en educación y formación; los que están menos calificados tienen tres veces menos probabilidades de participar en cursos de formación que aquellos con una alta calificación (20 por ciento vs 58 por ciento).
«La digitalización de la economía, particularmente las plataformas en línea y su papel en la creación de puestos de trabajo ‘gig’, ha contribuido a formas precarias de trabajo por cuenta propia con escasa o nula cobertura de seguridad social. Y mientras que las tasas de empleo han mejorado o se han mantenido estables en prácticamente 70 por ciento de los países de la OCDE, la inseguridad del mercado laboral ha empeorado en alrededor del 80 por ciento de los mismos», indicó el directivo.
Destacó que otro efecto de la transformación digital se refleja en cómo las mujeres realizan un mayor uso de Internet para buscar información relacionada con salud, trabajo y uso de redes sociales, además de que logran mayor rentabilidad en el mercado laboral por sus capacidades tecnológicas; en contraste más mujeres que hombres manifiestan incapacidad para utilizar servicios de e-gobierno y teletrabajo, son menos propensas al e-commerce o expresar sus opiniones políticas, así como más vulnerables a sufrir acoso online.
Tras asegurar que «el futuro del trabajo está ocurriendo» lo que exige que las escuelas, los programas formativos, los lugares de trabajo y condiciones laborales, así como los esquemas de protección social de salud, de desempleo o jubilación sean actualizados en tal forma que sean los idóneos para enfrentar los cambios disruptivos que está registrando el mercado laboral, políticos y autoridades deben «actuar ahora».
«Los programas de formación y reciclaje laboral deben enfocarse a aquellos empleos que tienen un elevado riesgo de automatización, como puedan ser los ayudantes en la preparación de alimentos o los transportistas, entre otros. Es vital que los países refuercen y adapten sus sistemas de protección social para responder a las necesidades del creciente número de personas involucradas en formas de trabajo atípicas», recomendó.
Anthony Gooch, explicó que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) impulsa la campaña ‘I am the Future of Work’ (Soy el Futuro del Trabajo) la cual busca la participación ciudadana para completar los datos y análisis que realiza en torno al tema laboral, para aumentar la sensibilización sobre las acciones que deben tomarse y tratar al máximo que las transformaciones del mundo del trabajo no dejen a nadie atrás.
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