Los de gama alta disminuye su participación
La depreciación del peso y menor capacidad adquisitiva de los mexicanos, ha provocado cambios en los hábitos de compra de smartphones hacía equipos de menor costo (gama baja) cuya participación en el mercado en el último año aumentó 7.5 por ciento, mientras que en los de gama alta descendió en 4.1 puntos porcentuales.
Esa tendencia creciente en la adquisición de equipos de telefonía móvil de menor costo se mantiene no obstante que se ha registrado una reducción de tarifas y mejores condiciones de cobertura, que destacan entre las premisas de la reforma en telecomunicaciones.
Sin embargo, la transformación en los hábitos de compra no ha impactado en el mercado de los smartphones que incluso mantiene un crecimiento promedio anual de 12.4 por ciento para un total al cierre de 2016, de 90.1 millones de aparatos, aunque si ha modificado la proporción de móviles de gama baja que pasó de 56.2 a 63.7 por ciento.
Los dispositivos inteligentes se clasifican de acuerdo a sus capacidades tecnológicas en tres gamas: alta, media y baja. Uno de los diferenciadores más importantes es el precio del equipo; en la gama baja se encuentran aquellos que tienen un costo de 2 mil 500 pesos, en la gama media de 2 mil 501 a 5 mil 550 pesos y los de gama alta que superan los 5 mil 500 pesos.
Aunque la apreciación del dólar frente al peso en el último año se sitúa aproximadamente en 25.1 por ciento, los precios no han sido tan acentuados debido a que los distribuidores aún operan con inventarios de hace un año y prácticamente no ha habido nuevos lanzamientos. Sin embargo, es previsible que en los próximos meses se tengan que ajustar los precios a la paridad cambiaria actual, lo que seguramente acentuará la proporción de smartphones de gama baja en el mercado.
En México el gasto promedio en un dispositivo de telefonía móvil oscila entre los 2 mil 500 y 2 mil 816 pesos lo que involucra también a los equipos de gama media que por igual registraron un crecimiento en ventas de 9.1 por ciento al cierre de 2016.
Asimismo, por la propia depreciación del peso que impacta en el precio de los móviles que se adquieren de empresas de diferentes países, se observa una mayor tendencia entre los consumidores de prolongar los tiempos de reemplazo que se aproximan a los 24 meses.
C$T-EVP