Falta integrar tecnologías digitales a procesos productivos.
Entre los desafíos que enfrentará la recuperación económica de México está apoyar la integración de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPymes) a la economía digital, un elemento que también propone el acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), toda vez que la digitalización será cuestión no sólo de elevar la productividad y competitividad, sino en algunos casos de supervivencia, y que de omitirse podría ahondar las brechas existentes en la región.
En México 95 de cada 100 establecimientos son microempresas, que bajo un escenario de pandemia y de exigencias del T-MEC, habrá que incorporarlas a procesos de digitalización, al ser unidades productivas e importantes generadoras de empleo, advirtió Lucía Ojeda Cárdenas, socia en SAI, Derecho y Economía, durante su participación en el foro México 5G, organizado por la ANATEL y DPL Group.
“Estamos ante una nueva oportunidad de un nuevo entorno, un nuevo tratado que está siendo modernizado, pero en realidad no solamente está entrando el T-MEC en vigor, sino estamos saliendo de una pandemia en la que el país tiene ya retos importantes”, resaltó al intervenir en el panel virtual “Nuevo entorno digital 5G ante el T-MEC”.
En opinión de la especialista, los retos no son menores pues de acuerdo con censos realizados en 2019, en México sólo 26 de cada 100 negocios operan con computadoras; 23 de cada 100 negocios, tienen servicio de internet y solamente 3.7 por ciento de los comercios admiten realizar compras en línea.
Además, hay diferentes capacidades dependiendo de la región, pues si bien existen datos nacionales, hay zonas como Chiapas que no se pueden comparar con el promedio nacional en cuanto a procesos de digitalización, y donde sólo el 2.1 por ciento de las unidades económicas ofrecen esquemas de comercio en línea.
El tratado comercial, expuso, considera para efectos de infraestructura que haya inversión, innovación y competencia, flujos de capital hacia el desarrollo de infraestructura para el despliegue de las redes 5G, y certidumbre jurídica con un marco regulatorio claro. “El mayor reto es generar ese círculo virtuoso”.
Adicionalmente es necesario considerar que en el T-MEC los servicios de telecomunicaciones son de los pocos sectores en los que se mantuvo la protección amplia para los inversionistas, de tal manera que los inversionistas tienen acceso al mecanismo de solución de controversias inversionistas-Estado que da certidumbre a las inversiones.
Otro tema que incluye el acuerdo es el de buenas prácticas regulatorias, es decir, la posibilidad de discutir la normatividad y revisar que se observe el menor número de barreras posibles que puedan inhibir la innovación y la competencia, y por el contrario incluir el máximo de eficiencias.
Al exponer el escenario de América Latina, Fernando Rojas, asistente senior de Asuntos Económicos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), destacó que esta organización detectó que la crisis del COVID-19 que afecta a América Latina será la peor del último siglo, con una caída del PIB de más de 9.0 por ciento, el cierre de 2.7 millones de empresas y el aumento del desempleo, que generarán 45 millones más de pobres.
De esa cifra de empresas que cerrarían, la mayor parte serían microempresas, con 2 millones 650 mil 528; pequeñas, 98 mil 780; y medianas, 5 mil 943. Por ello, el tema de integrar procesos de digitalización no sólo se trata de aumentar la productividad o la competitividad, sino que en algunos casos es un tema de supervivencia.
“Sí se han utilizado las tecnologías digitales, pero todavía no en lo que es el propio proceso de producción”, sino presencia en línea en el comercio minorista, en servicios de entrega de alimentos y artículos de farmacia.
“Es un tema que tenemos que considerar porque para acelerar la reactivación productiva y económica, la digitalización tiene que concentrarse en el propio proceso productivo”, aseveró el asistente senior de Asuntos Económicos de la Cepal.
En su intervención, destacó que en la Cepal se considera la necesidad de establecer una formación productiva que tenga como eje central a las tecnologías digitales, así como políticas industriales activas que eviten que la crisis lleve al cierre de empresas, pérdida de empleos y genere costos ambientales. «Lo importante de la masificación es no generar que la digitalización amplíe las brechas que ya existen en la región», puntualizó.
Para el comisionado Arturo Robles Robalo, del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), con el T-MEC el país enfrenta oportunidades y desafíos, “no solo hay una integración a nivel económico-regional, sino que requiere de una integración regional digital, y ahí es donde vienen grandes retos”.
El nuevo tratado comercial, abundó, aborda temas que hace 30 años no estaban considerados, como las tecnologías digitales, las redes, la economía digital, la innovación, pero afirmó que la parte regulatoria ya está planificada.
Aseguró que en lo relacionado al despliegue de redes 5G, México está listo para esta transición, desde el punto de vista regulatorio, y con una Hoja de Ruta 2020-2024, en la cual ya se consideran muchos de los puntos establecidos en el T-MEC.
C$T-EVP