Estrategia digital debe acompañarse de tres ejes.
La solución de problemas sistémicos en el mundo no dependerá sólo de la tecnología y sus múltiples aplicaciones, ni tampoco de las políticas públicas implementadas por los gobiernos, sino del equilibrio de tres ejes: gobernanza, apropiación y uso de datos, que están relacionados con la articulación de los esfuerzos con diferentes actores, generar cultura y desarrollar evidencias.
“Tal como la tecnología per sé no es parte de la solución importantísima, la política pública no es sola la solución”, enfatizó Agostinho Almeida, director del Centro para la Cuarta Revolución Industrial (C4IR), de Colombia.
En el contexto de foro México 5G, organizado por Anatel y DPL Group, el especialista expuso que en los inicios del centro, el foco se colocaba en la política pública como habilitador de adopción tecnológica, e incluso a nivel del fortalecimiento de estrategias de gobierno digital, pero después de unos meses de trabajo y de definición estratégica, quedó claro que no era suficiente.
Al dirigir proyectos con diversas tecnologías, ya sea blockchain en cadenas de suministro del sector salud, el uso estratégico de datos e Inteligencia Artificial (IA) en el sector público, Internet de las Cosas (IoT) en Pymes, neutralidad de género en sistemas de IA, así como smart cities y mercado de datos, el C4IR busca que apunten a solucionar los problemas o necesidades.
En opinión de Almeida, el problema del mundo ya no está en el desarrollo tecnológico porque hay empresas de avanzada y universidades líderes que ya lo hacen muy bien, el tema es más de apropiación y adopción, y ahora del uso de los datos.
En el equilibro entre gobernanza, apropiación de tecnología y uso de datos, Colombia ve la forma de solucionar problemas sistémicos. Por ejemplo, uno de los temas que trabaja el centro es el de la falta de transparencia, y uno de los fenómenos sistémicos: la corrupción.
El 20 por ciento de la contratación pública en el mundo se pierde por corrupción, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Es decir, más de 4 mil millones de dólares, y en Colombia 5.0 por ciento del PIB, expuso. Sin embargo, tecnologías como blockchain por sí solas no solucionarán los problemas y efectos negativos asociados a la corrupción, porque hay un componente cultural-humano muy fuerte.
“La tecnología no soluciona esos problemas sistémicos. No podemos tener la ingenuidad de pensar que sí, pero tampoco la ingenuidad de pensar que el hecho de que existan un marco regulatorio de política pública también es la única solución”.
Desde la perspectiva de Agostinho Almeida, en el marco de gobernanza tecnológica, no se trata solo es política pública, es necesario integrar buenas prácticas y estándares en las industrias, que es como realmente se habilita el ecosistema.
Los gobiernos nacionales, tomando como ejemplo el de Colombia, han hecho un trabajo muy interesante no sólo en el tema de digitalización de los servicios ciudadanos, sino también en generar los espacios de discusión, y esa articulación con ellos ha sido interesante.
En el diálogo virtual, Jorge Fernando Negrete, presidente de Digital Policy & Law (DPL) consideró que lo importante no es pensar sólo en la tecnología 5G, ni en la cantidad de espectro que habría que desplegar, sino en qué se busca hacer con las tecnologías y los pasos a seguir, buena parte del pensamiento del C4IR.
Tras subrayar la preocupación que se tiene sobre el tema de los datos, cuestionó a Agostinho Almeida, si el Centro para la Cuarta Revolución Industrial fue constituido para generar conocimiento y a partir de ahí tomar decisiones tecnológicas; a lo cual el especialista respondió que desde el concepto de que los datos que generan en los proyectos se busca información y conocimiento.
“Pero más que transformar los datos, que ya existen, es poder usarlos bajo qué mecanismos y reglas y que sea justo”, pues existen diversas fuentes de datos públicos o privados que pueden existir en un modelo de monetización.
C$T-GM