Debe mejorarse el proceso de selección de aspirantes.
Tras la salida de Mario Fromow y la vacante que desde hace más de un año dejó Gabriel Contreras, el Pleno del IFT está conformado por sólo cinco integrantes: un abogado, dos ingenieros y dos economistas, que si bien en términos de número, experiencia y conocimiento técnico sostienen el equilibrio necesario, es claro que la agenda regulatoria de este órgano colegiado exige a la brevedad el nombramiento de las dos nuevas comisionadas.
“Con cinco de siete integrantes hay equilibrio, lo que preocupa es que hay menos puntos de vista y pluralidad que es uno de los elementos que caracteriza al IFT. El tema de las especialidades es muy importante, ahora el Pleno tiene a un solo abogado. Ello, sin mencionar la amplia agenda regulatoria que tiene el instituto”, sostuvo Elizabeth Peña Jáuregui, especialista en tecnologías, regulación, políticas públicas e inclusión de género.
El pasado 18 de febrero, el Senado de la República rechazó ratificar a Sayuri Adriana Koike Quintanar y Laura Elizabeth González Sánchez, propuestas por el presidente Andrés Manuel López Obrador para ocupar el cargo de comisionadas en el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), por lo que ahora el jefe del Ejecutivo deberá someter al legislativo nuevas propuestas.
De acuerdo con el artículo 28 Constitucional, este procedimiento de elección se repetirá las veces que sea necesario si se producen nuevos rechazos, hasta que sólo quede una aspirante aprobada (por cada vacante) por el Comité de Evaluación, quien será designada comisionada directamente por el Ejecutivo.
En noviembre pasado, el Comité de Evaluación dio a conocer la lista que entregó al Ejecutivo que contiene los nombres de las aspirantes que obtuvieron las calificaciones aprobatorias más altas en el examen de conocimientos aplicado, y en la cual figuran nombres como Clara Luz Álvarez González de Castilla, Alejandra Martínez Gándara, Jrisy Esther Motis Espejel y Lorely Ochoa Moncisvais.
“El presidente tiene en la lista de las calificaciones aprobatorias más altas perfiles de mujeres que están muy bien preparadas para formar parte del Pleno. Cubrir las vacantes debe hacerse de una manera más expedita porque la agenda del IFT es muy robusta y el Pleno necesita más puntos de vista en temas como WiFi 6, preponderancia, competencia económica, Neutralidad de la Red, entre otros”.
En opinión de la especialista, sería muy positivo que en próximos días el Ejecutivo tome una decisión y envíe al Senado las propuestas de las nuevas candidatas, que cumplan con lo que mandata la Constitución y que tome en cuenta que para ocupar una vacante en un órgano colegiado como el del IFT se requieren más requisitos que pasar un examen.
“Pasar un examen de conocimiento no lo es todo, y eso ha quedado demostrado. Formar parte del Pleno exige capacidad de liderazgo, experiencia y diversas aptitudes. Sin duda el proceso de selección debe mejorarse y complementar el examen de conocimientos con más pruebas, ir más allá de lo técnico y evaluar diversos aspectos del perfil profesional”.
Para Elizabeth Peña Jáuregui, el examen es un ejercicio necesario que pone a prueba el conocimiento técnico en áreas como el derecho, la economía y la ingeniería; sin embargo, los reactivos mantienen un enfoque tradicional de las telecomunicaciones y la radiodifusión en un momento que requiere una visión digital y con amplia prospectiva.
“El examen debe actualizarse en cuanto a los reactivos que integra, estamos en un momento importante de innovación, de llegada de nuevos servicios y tecnologías como Nube, 5G, Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial y el examen se queda en el conocimiento tradicional de la ingeniería, el derecho y la competencia económica. No permite ver la visión digital de las y los aspirantes”, concluyó
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