Neceasario fortalecer infraestructura TIC.
Países como Irlanda, Portugal, Nueva Zelanda, Uruguay y Estados Unidos, se han convertido en referencias de conectividad en la educación superior, pues el objetivo es manejar velocidades de banda ancha de 1 Gbps por cada mil estudiantes, recomendación que aplicable para México, pues la brecha de internet es amplia y se requiere fortalecer infraestructura relacionada con las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).
La firma de consultoría, Select, en colaboración con la UNAM, desarrolló un modelo para evaluar la infraestructura tecnológica actual de las Instituciones Públicas de Educación Superior (IPES) y la deseable para aprovechar las oportunidades que brindan las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).
El análisis de la firma muestra que para el caso de los alumnos, los Centros Públicos de Investigación y las Universidades Públicas Estatales, son las más adelantadas, ya que actualmente cuentan casi con el 50 por ciento del ancho de banda recomendado por plantel; siendo las Universidades Interculturales las que presentan el mayor rezago, al tener una brecha de conectividad mayor a 95 por ciento.
El estudio citado, indica Ricardo Zermeño, director general de la consultora, permitió dimensionar la infraestructura TIC existente en cada uno de los planteles de Educación Superior del país y proponer la infraestructura tecnológica necesaria para el correcto desarrollo de las actividades relacionadas con el proceso de enseñanza-aprendizaje.
«Respecto de la infraestructura de conectividad a Internet, las brechas son muy amplias en todos los tipos de Instituciones Públicas de Educación Superior. En la segunda parte de este reporte, abordaremos las brechas en servicios y aplicaciones. Todas se han hecho penosamente evidentes ante la nueva realidad», subraya en el documento Transformación digital de la educación superior pública en México, parte 1.
El rezago escolar y el aumento de la matrícula en la educación superior, son dos retos que ya tenía el sector en México, y que si bien la pandemia los ha recrudecido debido a las brechas que afectan a miles de estudiantes, esta coyuntura podría aprovecharse para revertir las cifras a través de la transformación digital de las universidades públicas del país.
“Las acciones relacionadas con la cobertura a nivel de educación superior requieren atender, por una parte, el crecimiento estimado de la matrícula para este nivel educativo, que se estima en 4.6 por ciento anual hasta el ciclo escolar 2020-2021 y por el otro, cubrir el rezago existente en la actualidad (personas en edad de acudir a la universidad y que no lo hacen)”.
Con inversiones relativamente menores a las requeridas en la construcción de escuelas, plantea Zermeño, la infraestructura tecnológica en general, y en particular aquella vinculada a las TIC, puede convertirse en una herramienta de transformación educativa, pues posibilitan la ampliación de la matrícula.
C$T-GM