Valor de las tecnológicas ha crecido más de 400%.
La fuerte presión regulatoria y fiscal, los altos costos asociados a la actualización de redes, el avance de plataformas tecnológicas y una intensa batalla de precios, son algunos elementos que muestran que el juego en el mercado de las telecomunicaciones se encuentra en un proceso de reinvención que requiere condiciones idóneas para la competencia y la actuación de autoridades estables, confiables y efectivas.
“Existe una creencia muy arraigada en el colectivo popular que las grandes empresas telefónicas ‘ganan mucho dinero’ y ‘son muy exitosas’. Si uno mira la facturación de estas empresas, destacan entre las que más facturan en el país, pero ¿son realmente tan exitosas?”, señala Sonia Agnes, Senior Principal Analyst Latin America de Omdia.
El principal indicador para medir el éxito de una empresa, explica la especialista, es saber si aumenta su valuación en el tiempo y cuál es el retorno al accionista inversor. Esto se puede resumir en el valor de su acción bursátil, ya que concentra toda la información sobre lo que vale una empresa.
A nivel global, las acciones del sector de telecomunicaciones han venido disminuyendo su valor. Por ejemplo, el Índice Mundial de Servicios de Telecomunicaciones (MSCI, por World Telecom Services Index en inglés), que elabora Morgan Stanley Capital International tuvo una pérdida del 7.0 por ciento de 2014 a la fecha.
“Si tomamos el caso de la empresa Telefónica, el valor de su acción bajó 70 por ciento en los últimos cinco años. Ya ha anunciado que se concentrará en sus principales cuatro mercados: España, Alemania, Reino Unido y Brasil y que los planes para América Latina, incluyendo Argentina, están más de retirada y búsqueda de alianzas, que en expansión e inversión”.
En el caso de la principal empresa de telecomunicaciones de América Latina, la firma América Móvil, ha visto caer su acción en 30 por ciento en estos últimos cinco años. Los grandes ganadores y que atraen a todos los inversionistas son las empresas de internet, es decir, las tecnológicas globales que han incrementado su valor en más de 400 por ciento en el mismo periodo.
“El juego ha cambiado y ser una empresa de redes de comunicaciones ya no es un negocio tan atractivo y está en pleno proceso de reinvención”, sostiene Sonia Agnes, al visibilizar cómo ha cambiado el paradigma del éxito en los negocios telco”: En unos pocos meses los SMS prácticamente desaparecieron y nos conectamos por Whatsapp y es más común tener Netflix que un servicio de televisión por cable.
En un contexto de crisis económica por el efecto de la pandemia, es fundamental promover las condiciones idóneas para la competencia y el desarrollo del mercado. Para garantizar que los efectos de las reformas sean duraderos, las reformas deben implementarse en un plazo de tiempo razonable. A la vez, autoridades regulatorias estables, confiables y efectivas.
En opinión de la analista, la credibilidad de una institución reguladora se basa, en cierta medida, en su capacidad para diseñar y exigir el cumplimiento de reglas que aumenten los incentivos para la colaboración entre actores públicos y privados.
“Los altos costos de despliegue de redes hacen que sea fundamental reducir los costos artificiales para estimular el desempeño de los mercados, esto implica la adjudicación de espectro radioeléctrico, reducir impuestos y cargas regulatorias, facilitar la compartición de infraestructura, eliminar trabas municipales para el despliegue de redes, entre otros aspectos”.
Habrá zonas donde el sector privado no llegará por sí mismo, por los altos costos que implica poder recuperar la inversión, por lo que será importante trabajar junto con los gobiernos para crear los incentivos apropiados.
En el caso de la intervención pública en apoyo de las redes de banda ancha, los estados deben garantizar que los fondos públicos se utilicen cuidadosamente, que la ayuda sea complementaria y no sustituya ni distorsione las inversiones de los operadores del mercado.
“Por lo tanto, la ayuda estatal para banda ancha no debe utilizarse en áreas donde los operadores del mercado planean invertir o hayan invertido. La aplicación de fondos públicos a través de concursos abiertos y transparentes, donde se adjudiquen los fondos al que solicite el menor subsidio, es la forma más eficiente de administración de estos fondos públicos”.
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