Infraestructura digital, la mejor inversión.
Para 2035, el Foro Económico Mundial estima que la conectividad 5G derive en la generación de aproximadamente 3.8 billones de dólares a nivel global; un dato que evidencia cómo la nueva generación móvil es más que un cambio tecnológico y se coloca como el símbolo de la revolución digital cuyo potencial debe aprovecharse para salir del atraso y pobreza que históricamente han dejado a América Latina en el subdesarrollo.
«Abrazar la causa de 5G como símbolo de esta transformación profunda que viene, no es una opción, es un deber y la incapacidad de ver el cumplimiento de este deber no significará sino atraso, pobreza y la condena histórica de América Latina al subdesarrollo», dijo Adolfo Cuevas Teja, presidente del IFT.
Al participar en el panel «Conectividad para la prosperidad compartida: El Esencial Motor Económico Digital», organizado por Huawei Latinoamérica, el funcionario refirió que se tiene que ver 5G como un ventana de oportunidad temporal, pues «no va a estar ahí para siempre. Si no lo tomamos en el principio y con decisión se va a pasar y otros la aprovecharán y América Latina, seguirá condenada a su cuarto siglo de subdesarrollo, eso es lo que tenemos que romper y requiere una profunda visión y compromiso del Estado entero».
El error de no tomar esta transformación que 5G brinda, sería tan grave como en el siglo XIX haber dicho que «eso de los ferrocarriles está muy bien, pero aquí no va a pasar, aquí queremos seguir con carretas, con caballos, porque es una industria establecida y tenemos que proteger a la gente que vive de eso, o como si en el siglo XX hubiéramos decidido no hacer uso de la energía eléctrica».
La pandemia, que provocó a nivel mundial estrictas medidas de confinamiento social, aceleró de forma importante la digitalización en México al elevar actividades como el teletrabajo, la educación a distancia y el comercio electrónico, entre otras, dejando un claro aprendizaje sobre la importancia de la conectividad en el ámbito económico y productivo.
Sin embargo, expuso el presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) el contexto global muestra el tamaño del desafío: Aproximadamente el 7.0 por ciento del población mundial no está cubierta por redes móviles y 40 por ciento de la población que sí tiene acceso a redes, no utiliza internet por razones de costo.
«Esto no es algo que se solucione de manera independiente, no es que tengamos que dar poder de compra a la gente para que adquiera internet, es que internet nos va a hacer económicamente viables y más capaces de acceder a un ingreso suficiente justamente para incursionar exitosamente en la economía digital, pero no solamente de manera superficial, se trata también de desarrollar habilidades digitales que utilicemos internet con una visión de productividad y no de manera pasiva como se usa, siendo consumidores de algunos contenidos».
En este contexto, refirió, el IFT ha definido una hoja de ruta para los próximos cinco años para no ser solamente el regulador de las telecomunicaciones, la radiodifusión y el árbitro de la competencia económica en estos sectores, sino también el promotor y difusor de la transformación digital logrando e incidiendo en el cambio de otras instituciones públicas. «Es una oportunidad que no es una moda, no es algo que nos hace ver bien, que nos hace parecer modernos, actuales o inteligentes».
Por su parte, César Funes, Vicepresidente de Relaciones Institucionales de Huawei Latinoamérica, señaló que la infraestructura digital es la mejor inversión que puede hacer cualquier nación para garantizar que la sociedad en su conjunto y las personas a nivel individual podrán ser parte de la economía digital.
«Coincido plenamente en el dicho del comisionado presidente del IFT. Desde la perspectiva de la autoridad y la regulación es un deber seguir facilitando la inversión, el despliegue de la infraestructura y seguir otorgando a la sociedad las diferentes herramientas para adentrarse a esta economía digital».
El ejecutivo dijo que si bien América Latina no presenta el grado de avance que otras regiones tienen en el desarrollo de proyectos 5G, sí hay algunos anuncios importantes en países como Uruguay que en 2019 dijo públicamente que tenía los primeros despliegues; hace un mes aproximadamente, Argentina hizo un anuncio al respecto.
Carlos Funes explicó que a diferencia de otras tecnologías, la presencia de 5G no se verá como una red cubriendo la geografía total de los países, sino en proyectos de ciudades inteligentes en las principales capitales del mundo, a través de dispositivos más allá de los smartphones como los módems.
«No son sólo teléfonos inteligentes, sino también están los módems como el segundo dispositivo más popular para hacer lo que llamamos la conectividad de redes de banda ancha inalámbricas, eso ya lo estamos viendo en 4G y se va a potenciar con 5G de forma importante, y el tercer elemento muy relevante son los módulos para por ejemplo la medición de servicios públicos como el agua o el gas».
C$T-GM