Los virus no viajan por ondas electromagnéticas: OMS.
Ante la inminente llegada de la tecnología 5G, es recomendable que las autoridades de los países impulsen campañas informativas, así como investigación, pues la ausencia de estos dos elementos generan mitos e incertidumbre respecto al uso de nuevas herramientas tecnológicas que salen al mercado sin una evaluación previa sobre sus efectos.
En los últimos años ha habido gran atención mediática y el nivel de preocupación varía entre los países; sin embargo, esta tecnología representa una extensión gradual del espectro inalámbrico y usará ondas milimétricas de radiofrecuencia que no pueden penetrar la piel, explicó Emilie van Deventer, jefa de equipo de la Unidad de Radiación y Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al señalar que este año ha sido muy especial, en cuanto a la pandemia y la difusión de información falsa, enfatizó que los virus no pueden viajar en ondas electromagnéticas, en ondas de radio ni en redes móviles. “No hemos visto que los campos electromagnéticos hayan causado un problema de salud pública”
Subrayó que la OMS no ha desarrollado las directrices para la exposición de campos electromagnéticos y no patrocina directrices de alguna otra entidad, como las investigaciones sobre 5G del Consejo de Salud de Países Bajos y la Agencia Francesa de Ambiente y Salud.
Para la especialista, es normal que las personas tengan temor ante la llegada de nuevas tecnologías, en especial cuando hay una incertidumbre científica respecto a los riesgos, pues apenas se menciona la palabra radiación la gente se empieza a preocupar.
“Hemos visto, con los años, que el tema de campos electromagnéticos de radiofrecuencia está siempre en las noticias y cada vez que hay un nuevo estudio las personas se empiezan a preocupar. Por ejemplo, el Wi-Fi en los colegios o los medidores inteligentes que miden la electricidad consumida en los hogares y ahora, por supuesto, con el 5G”.
Por ello, recomendó un documento que la OMS tiene en su página web, en el cual da cuenta de lo investigado hasta el momento respecto al uso de tecnologías como 5G, y hasta la fecha no se ha relacionado la exposición a tecnologías inalámbricas con ningún efecto adverso para la salud.
El reto para los gobiernos, reconoció, es que estas tecnologías están evolucionando de manera muy rápida; además están siendo lanzadas al mercado antes de que haya una evaluación de salud, aunado a que hay diferencias en cuanto a la gestión de riesgo y cómo éstas se miden y regulan en el mundo.
Por ello, opinó que se debe saber qué países son más flexibles en cuanto a ese tipo de tecnologías y desde una perspectiva de salud, balancear cualquier riesgo potencial con los beneficios que esto representa.
La adopción del cumplimiento de los estándares de salud, programas de información y de guía con las partes interesadas, los reguladores, la industria, los operadores y otros, además de impulsar la investigación pueden disminuir la incertidumbre, recalcó.
C$T-GM