Sin evidencia científica para argumentar daños a la salud.
En las últimas semanas diversos movimientos y noticias afirman erróneamente que la quinta generación de redes móviles, conocida comercialmente como 5G, representa un grave riesgo para la salud de los seres vivos; ante ello, la CITEL hizo un llamado a la población en general a consultar fuentes con bases científicas a fin de evitar la propagación de información falsa.
En un comunicado, las presidencias de los Comités Consultivos Permanentes de la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL) refieren que en los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), existen organismos especializados que ayudan a gestionar de manera eficiente el espectro radioeléctrico de cada nación, así como las normas que determinan los límites de exposición máxima para seres humanos a radiaciones electromagnéticas de radiofrecuencias (RF) de las comunicaciones inalámbricas.
“Dichas normas establecen límites en la potencias para evitar interferencias perjudiciales entre servicios y proteger la salud humana; asegurándose de que los dispositivos certificados o autorizados no produzcan niveles de exposición a RF superiores a los límites establecidos en condiciones normales de uso”.
Al respecto, los límites establecidos en las normas están muy por debajo de los niveles considerados peligrosos por los organismos especializados en la materia y por lo tanto, no representan riesgos para la salud.
La CITEL expone que la próxima generación de comunicaciones móviles, conocida como 5G, utilizará bandas de frecuencias que ya han sido ampliamente investigadas y utilizadas durante años para las comunicaciones móviles.
“A la fecha, existe una importante cantidad de estudios de agencias internacionales que indican que no se han encontrado efectos negativos para la salud derivados de las ondas de radiofrecuencia emitidas por teléfonos móviles y estaciones base que cumplen con los límites adoptados a nivel internacional”.
Refiere que de acuerdo con la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras organizaciones, hasta la fecha, no existe evidencia científica que vincule la exposición a la energía de radiofrecuencia de los dispositivos móviles con ningún problema de salud conocido.
“Cabe mencionar que la OMS ha informado que los virus no pueden viajar a través de ondas radioeléctricas y, por tanto, las telecomunicaciones no han sido un agente de propagación del virus SARS-CoV-2”.
Por su parte, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) ha trabajado constantemente en este tema y específicamente, respecto a las bandas de frecuencias para tecnologías 5G, ha considerado alrededor de 350 estudios de investigación relacionados con la salud humana y los campos electromagnéticos de ondas milimétricas (EMF mmWave).
En este sentido, la comisión llamó a la población en general a consultar fuentes con bases científicas sobre la exposición de los seres humanos a las emisiones de radiofrecuencias, a fin de evitar la propagación de información falsa con el propósito de atentar contra el desarrollo eficiente de las telecomunicaciones, especialmente ahora que han mostrado su valor estratégico en situaciones de emergencia como la ocasionada por la pandemia de COVID-19.
C$T-GM