Necesario aprovechar base instalada e interés de usuarios: IDC.
En México, menos de la mitad de las personas mayores de 18 años cuenta con servicios bancarios, mientras que casi nueve de cada 10 tienen acceso a un teléfono inteligente; un escenario donde los sistemas de validación de identidad digital como los biométricos, pueden facilitar el reconocimiento de las personas para la contratación de servicios financieros en el país.
“Los servicios financieros deberían aprovechar esta base instalada para crecer la penetración de sus oferta, mejorar la relación con sus clientes y desarrollar nuevos servicios como parte de su estrategia de transformación digital”, enfatizó Salvador Trejo, Enterprise Senior Consultant para México de IDC.
Refirió que el sector financiero debería aprovechar que al cierre del 2018 se registraron 46.7 millones de usuarios de banca por Internet y 24.8 millones de contratos para transferencias a través del celular; mientras que la penetración de teléfonos inteligentes se ubicó entre 86 por ciento de la población en 2018.
El especialista dijo que si bien el sector financiero es uno de los principales inversionistas en soluciones de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el país, los bancos han concentrado el uso de las herramientas biométricas para el acceso a las instituciones, pero no para los servicios bancarios, donde se mantiene el uso de contraseñas y token para realizar transacciones.
“Ahora bien, para responder a las demandas de inmediatez y personalización de las nuevas generaciones sin aumentar los costos operativos, las instituciones bancarias están recurriendo a una estrategia de canales digitales”.
Prueba de ello es el crecimiento de clientes que interactúan por este medio, sobre todo a través del teléfono celular, el cual, de acuerdo con los propios bancos ha crecido 42 por ciento en México durante 2018 y será el medio por el cual se podrá lograr una mayor bancarización en los siguientes años.
En agosto de 2017, refirió, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) publicó en el Diario Oficial de la Federación una serie de cambios a la Circular Única de Bancos que buscan combatir el robo de identidad dentro del sector bancario, que incorporan y regulan el uso de datos biométricos (huella dactilar, principalmente) para la autenticación de los usuarios de la banca.
Para mantener abiertas las puertas a la innovación, la regulación contempla la posibilidad de autorizar, tanto para las contrataciones presenciales como las remotas, otros esquemas de autenticación biométrica que pudieran surgir en el futuro, tales como el reconocimiento de iris o la voz.
“La identidad digital financiera debe facilitar las tareas de captación, gestión e interacción de los servicios digitales financieros que demanda el mercado en la actualidad. La banca debe establecer los mecanismos oportunos que garanticen dicha identidad y servir a un doble propósito. Por un lado, cumplir el estricto marco regulatorio al que la banca está sometido y por otro crear nuevas experiencias de usuario fáciles, naturales y dinámicas”.
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