Sujeta a una fuerte carga regulatoria sectorial
La disrupción de los jugadores Over The Top (OTTs) en la provisión de contenidos audiovisuales, que en 2018 sumaron en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, alrededor de 15.9 millones de suscriptores e ingresos por un equivalente a 1.2 mil millones de dólares, hace oportuno cuestionar si la regulación tradicional a la televisión de paga sigue siendo apta para promover un mercado eficiente, dinámico y competitivo.
El ecosistema de servicios y contenidos multimediales, señala el informe «La TV por suscripción en un entorno convergente», no puede seguirse analizando bajo preceptos heredados de fines de los años 90, cuando las empresas de telecomunicaciones se caracterizaban por ser monopolios naturales, con empresas de propiedad pública o privada que tenían la capacidad de controlar toda la cadena de valor asociada al servicio final.
El documento publicado por el Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina (cet.la), refiere que en la región la tv de paga está sujeta a una fuerte carga regulatoria sectorial en materia de concesiones, gravámenes, contenidos y publicidad, retransmisión de contenidos, protección a los derechos de los usuarios, registro y entrega de información, y sanciones.
Estos elementos, añade, deberían ser revisados desde un nuevo enfoque que reconozca que la competencia sobre los servicios existe a través de soluciones tecnológicas diversas y que resulta positivo para todos establecer las condiciones regulatorias adecuadas.
«No se trata, en ningún caso de limitar las opciones de los usuarios, ni de incrementar artificialmente las cargas regulatorias para los servicios provistos sobre Internet. El desafío está en lograr adoptar un enfoque regulatorio flexible, que ante las nuevas dinámicas competitivas apunte a tener reglas similares para servicios similares».
Para el beneficio de los consumidores resulta sumamente necesario un marco que propicie la innovación y desarrollo de nuevos productos y servicios, y la vez, uno que fomente la inversión en redes permitiendo así mayor cobertura, calidad y prestaciones de los servicios.
El cet.la, una iniciativa de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet), subraya que la transmisión de contenidos multimediales es y será uno de los grandes drivers para la inversión en tecnologías satelitales y de fibra óptica.
En ese sentido, añade, será fundamental nivelar “hacia abajo” la regulación conforme se hace claro que ambos servicios están convergiendo y juegan un papel similar para satisfacer las necesidades de entretenimiento de los usuarios.
«La única limitante real a esta convergencia en algunos segmentos de la población son los rezagos en el acceso a Internet que se observa en algunos países, pero la innovación y el desarrollo en la banda ancha, particularmente la móvil, y en los diferentes tipos de dispositivos para el usuario, permitirán abatir estos rezagos en los próximos años».
Por ello, el documento propone iniciar cuanto antes un proceso de nivelación implementando por lo menos las siguientes medidas:
● Eliminar gravámenes específicos a la TV de paga.
● Aligerar los requerimientos de información a los proveedores de TV de paga.
● Aligerar los controles regulatorios sobre contenidos y publicidad.
● Sustituir el régimen de concesiones de TV de paga por uno de registro.
● Establecer el Análisis de Impacto Regulatorio.
En el informe, el cet.la refiere que en 2018 los países analizados registraron un total de 66.9 millones de suscriptores de TV de paga que generaron un equivalente de 20.1 mil millones de dólares de ingresos para los operadores; por su parte los suscriptores de los servicios de Video OTT se estiman alcanzaron 15.9 millones de suscriptores e ingresos por un equivalente a 1.2 mil millones de dólares.
«Asistimos a un nuevo mercado en el que aunque la TV de paga tiene una mayor penetración que los servicios OTT Video, las recientes dinámicas, que se anticipa continúen para los siguientes años, indica que la importancia relativa de estos últimos crecerá sustancialmente».
Añade que se calcula que entre 2016 y 2022 las suscripciones de los servicios de video sobre demanda por suscripción (SVOD) crecerán a una tasa media anual de 10.9 por ciento, mientras que las de TV por suscripción lo harán al 1.7 por ciento; como resultado ello, en el 2022 las suscripciones de SVOD representarían 40.1 por ciento de las de la TV de paga.
«Por una parte, la expansión de la TV de paga se está desacelerando; incluso en algunos países se ha estancado. Por la otra, la penetración de los servicios OTT Video están siendo impulsados por la innovación y el desarrollo tecnológico, así como la creciente penetración y calidad de los servicios de banda ancha, particularmente la banda ancha móvil. Lo anterior, facilita y mejora la experiencia de los usuarios en el consumo de contenidos audiovisuales en sus dispositivos fijos y móviles conectados a Internet».
Decenas de empresas y modelos de negocios han generado que los consumidores vean más contenidos audiovisuales por Internet. Sin duda, los OTT Video están promoviendo mejoras en la calidad y variedad de opciones de contenidos audiovisuales para los usuarios e introduciendo una mayor competencia.
C$T-GM